Prologo
Todos dicen que los veintes es algo complicado de vivir,
pero realmente complicado es tener veinte con una madre a punto de su segundo casamiento, una ruptura amorosa y descubrir la única herencia que te ha dejado tu padre después de fallecer. Y que esa herencia no sea dinero.Cass
―Mama, de verdad. ¿por qué con el? de todos los hombres que existen en el mundo con dinero, lo tenias que elegir a el que no tiene ni un centavo...― Me encontraba sentada en la parte trasera del coche del novio de mi madre, la verdad, desde esa mañana me encontraba de muy mal humor, no estoy segura si fue porque de alguna forma sabia que este día iba a ser el peor por la repentina noticia de mamá o porque durante toda la noche me dolían demasiado las articulaciones y por ende, no pude dormir bien y justo ahora me dolía la cabeza, quizás sea la edad.
―Cass, cielo. Llevamos seis meses hablando del mismo tema, no juzgues a las personas y mucho menos por temas económicos. Daniel es un buen hombre, con dinero o no, al menos nos tratan bien.―
―Claro, si te refieres a "nos" de ambas. Ya te digo yo que estas en otra pagina, porque para nada Daniel y su hijo me tratan bien.― En cierta parte entiendo a mamá, yo también estoy harta de ese tipo de conversaciones, porque durante muchisimo tiempo, ese ha sido nuestro único tema de conversación madre e hija.
¿Pero qué puedo hacer? Amo a mi madre, y obviamente si veo que esta a punto de casarse con el hombre mas tacaño, con un hijo igual que el pero agregándole lo entrometido que es en la vida de los demás y con una bocota que nunca cierra. Pues con eso tengo mucho motivo para discutir con ella, y sin olvidar el punto mas importante. Apenas un mes del fallecimiento de mi padre encontró al nuevo "amor de su vida".
Siempre eh sido la prioridad de mi madre, siempre me a defendido y tratado como un ángel, por eso no comprendo porque querría quedarse atada el resto de su vida con un hombre que me trata mal.
Durante todo ese rato, no le puse nada de atención a mi madre, comprendía que me decía algo de su boda, de que era ignorante, egoísta y una mala hija por no pensar en su felicidad, que desde lo de mi padre, se encontraba muy mal y blah blah blah, no le entendí nada mas.
―Esta bien, mamá. Lo siento, no es fácil para mi, pero me importas mucho y quiero que sea feliz con el hombre que te hace feliz, y si ese es Daniel, lo acepto completamente― No tenia nada más que decir, nos encontrábamos en luz roja en el semáforo que teníamos delante, me acerque en el espacio que había entre los dos asientos de copiloto y conductor, le di un beso rápido en la mejilla, agarre mi mochila y salí del auto.
conseguí escuchar los llamados de mi madre desde lo lejos y el sonido de las bocinas de los coches indicando de que ya era luz verde. No tenia un lugar pensado para ir, pero cualquiera que estuviera lejos de mi madre y evitar seguir mintiendo con el "esta bien lo que decidas" era mil veces mejor.
A lo lejos pude observar una cafetería, era un poco grande, de dos pisos, tenia un cartel que sobresalía y colgaba indicando el nombre "nostre rendez-vous" supongo que estaba en otro idioma como portugués o algo por el estilo pero no es como que el nombre tuviera mucha importancia, decidí entrar, y (wooow).
―Dios mío...― solté en un susurro, se veía hermoso, en la entrada de lado izquierdo se encontraba una barra con una maquina exprés de café y una chica que yo diría era la barista, preparaba unos cafés mientras sonreía a unas chicas delante suyo, atrás se encontraba un chico alto, de pelo negro, un poco largo y ondulado, vestía una hoddie negra con pantalones cargo color beige, bastante casual, pero se veía (de alguna forma) muy formal y serio, interesante.
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Herencia Paternal
Novela JuvenilAlgunas personas están contigo solamente en tu mejor momento, y otras, siempre estarán en el peor. Esas son las personas que valen la pena tener durante el resto de tu vida y las que merecen todos tus momentos de alegría. Cass Smith en uno de los pe...