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Esta es la historia de una joven acostumbrada a un particular estilo de vida, nacida en cuna de oro y siempre rodeada de lujos y comodidades, aquella vida con la que todos hemos soñado alguna vez... Hasta aquel día, en que todo cambiaría...
- ¡¿Matrimonio?!
Fue lo primero que se oyó en la lujosa estancia, de parte de la hija menor de la familia Levine.
- Esperaba que te alegres pero no tanto _comenta la madre, tomando aquella reacción con alegría.
- No se trata de eso, madre _responde sin emoción alguna
- En una semana celebraremos tu fiesta de compromiso _indica la mujer, tomando las manos de la menor con gran delicadeza. .
- Es una dicha, todas nuestras hijas tendrán un futuro feliz _afirma el padre.
- Que honor que nuestras tradiciones sean prósperas _asegura la mujer.
- Si _responde la joven con una sonrisa de lo más forzada_ que ilusión.
Luego de aquello, salió hacia el enorme jardín de rodeaba su casa.
Aurora Levine, "Aura" como la llamaban todos, había crecido con una gran preparación por parte de su madre para convertirse en la elegante jovencita que era.
- Tradiciones... _repite mientras arranca una rosa y camina con esta en su mano_ Siempre hay que honrar las tradiciones.
Aura había sido educada bajo esa regla, la aprendió antes que a caminar. Vió a sus hermanas mayores comprometerse, y la lujosa boda que acababa de ser celebrada para la mayor de las tres hermanas.
Sabía perfectamente que ese era su destino, siempre lo supo.
- ¿Pero por qué tan pronto? _suspira mientras se sienta bajo la pergola del jardín.
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Quizas habría tenido tiempo de seguir dubitando en su mente, si no fuera por que oyó un par de voces.
- ¡Que suerte! Ya nos dijeron que vas a casarte _anuncia Danielle, la segunda hermana de la familia.
