《Capítulo 2》

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Esa misma tarde los preparativos para la fiesta, empezaron, día tras día todo iba quedando listo

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Esa misma tarde los preparativos para la fiesta, empezaron, día tras día todo iba quedando listo. No sólo había que preparar la mansión para tan esplendida celebración, la invitada de honor también requería de ayuda para resaltar en la que sería, su noche.

- Estas preciosa, te sienta genial ese color _afirma la madre de la niña mientras elijen una opción de vestido.

- ¿Por que ella si puede usar el color que le gusta y yo no pude? _cuestiona Danielle.

- Sabes que la tradición marca que esta noche la celebrada vista el color de la famili _afirma la madre_ No es nuestra culpa que el azul no sea tu color, hija.

- No estés celosa, no es culpa de Aura el ser más joven y tener la piel más tersa y suave que tú _bromea Othilia.  

- Muy graciosas _responde siguiéndoles la broma, mientras elije un listón para el cabello de su hermana.

- Ya estas lista _afirma la madre, mientras todas ven a la joven a través del espejo.

La dejaron sola en su habitación, ella decidiría el mejor momento para bajar, Aura se asomo por la ventana logrando ver a mucha gente llegando a la mansión, amigos de sus padres y todo aquel que fuera alguien en aquella gran ciudad estaba ahí aquel día.

- ¿Nerviosa? _pregunta Othilia, antes de irse.

- Mucho... pero no importa _afirma con una leve risa.

- Descuida, además no es como que vayas a casarte mañana... tendrás 4 años para llevarte bien al joven que eligieron para tí, esta noche es solo el comienzo de tu historia de amor, hermanita _habla mientras se quita el collar para ponerselo a la menor_ Te sienta genial.

- Gracias, es precioso _admite mientras se ve en el espejo.

- No más que tú... seguro que él quedará petrificado cuando vea lo hermosa que eres _insiste acariciando su mejilla con delicadeza.

Aura sintió la suave tela de los guantes de su hermana, antes de esta desapareciera tras la puerta. 

La fiesta empezaba en el espléndido salón, cada rincón del jardín alumbrado hermosamente acogía a los invitados según iban llegando.

La fiesta empezaba en el espléndido salón, cada rincón del jardín alumbrado hermosamente acogía a los invitados según iban llegando

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Belleza ImperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora