No- le grité fuertemente- no me importa si es tu hija-. Rápidamente como un lobo tras su presa se abalanzó
sobre mi.
Desperté tres horas más tarde con un dolor fuerte en el pecho. Mis manos estaban mojadas y tenía la sensación de que algo malo pasaba. Me levante con cuidado, no quería que Stefan me escuchara, no estaba contento de que yo hubiera mandado a su hija al manicomio.
Mis manos tenían sangre. Termine de pararme. Una sensación de terror recorrió mi cuerpo. Visualicé a Stefan y tenía un cuchillo de cocina en la mano. Recordé, por qué había mandado a Carla al psiquiátrico.
Flashback
El sol se había ocultado y yo seguía
nadando en la piscina, cuando Carla entró con una pistola y me dijo- si tu no lo vas a hacer, yo lo haré antes de que el me lo haga, te quiero.- y luego estaba a punto de suicidarse cuando yo la empujé y ella agarró la pistola e intentó matarme. De pronto el arma salió volando por la ventana y calló ocho pisos a la calle. Carla se veía molesta. Mientras se ponía a llorar en mi hombro, la cogí del brazo y llamé a la policía. Se la llevaron al manicomio.
Esa noche me quedé pensando en lo que ella me había dicho . No sabía a quien se refería o por qué lo decía. Me había metido en una encrucijada. A la mañana siguiente antes de que Stefan se levantara y notara que su hija no estaba, decidí marcharme. No volví hasta una semana después.
Fin del Flashback
Escuché que la policía llegaba y baje rápidamente para que no pensaran nada malo. Traté de abrir la puerta pero noté que mis manos estaban llenas de sangre. Cuando fui a lavármelas noté que mi esposo abrió la puerta. No quise salir porque tenía miedo de que me preguntaran sobre la sangre.
- ¿Sucede algo oficial?- preguntó con total normalidad- adelante pase.- El policía entró y sin decir nada se sentó en el feo, viejo y roto sillón que teníamos desde la boda. Aún estaba la mancha del vino. El policía con total seriedad dijo- nos han informado que algo ha pasado en esta casa.- Con voz algo tensa Stefan respondió-¿Como que? ¿Que cosa podría haber pasado?-el policía con tono acusante le respondió - Nos han informado que alguien gritó y que ultimamente usted no se llevaba bien con su esposa-. Stefan tragó saliva y dijo por fin- No he visto a mi esposa en semanas-. Con voz decisiva el policía dijo- ¿Entonces no le importará que revisemos su casa verdad?- Con voz tranquila Stefan fue hacia la cocina y se sintió aliviado.
Me quedé en el baño pensando en el porque estaba llena de sangre. Intenté de lavarme las manos, pero el agua no salía, cuando de repente mire mi cuerpo y note que tenía un un hueco en el pecho. Me asusté. No sentía dolor. Temblé , me arrodillé frente al espejo y las lágrimas recorrieron un largo camino por mi mejilla: me había acecinado mi propio marido.
Vi una luz, creí que era el momento, pero no. De la nada estaba en otro lugar, había una puerta y muchos colchones. No me podía mover. Tenía tela por todos lados y no sabía donde estaba. De pronto grite con toda el alma- esto es un error-. Esa no era mi voz, me dije. Pejro de quien era entonces ?
