Magic Rangers adelanto

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(Recomendable leer los capítulos 8 y 8,5 de Arcadia antes de leer esto, recomendable pero no obligatorio)

Un gran barco a velas dejó su ancla junto a una masa de tierra... Aquella masa de tierra recientemente descubierta "La india" o bueno... América..

Luego de que los ingleses que mayormente habían navegador en el navío salieran un segundo grupo de personas salió...

—¡EL NUEVO MUNDO!!! — Blinky gritó mirando hacia arriba.

—¡BLINKUS, vas a quemarte!! — el viejo Trollhunter, Kanjigar, empujó al trol hacia dentro del barco.

—Nosotros nos encargamos — una chica con un manto oscuro que la cubría suspiró.

—¿Segura? — un chico en ropas similares pero de color azul la miró.

—¿Por quien me tomas? — la de ropa negra se quitó el manto mostrando su identidad —Por algo es que me llamaron "La venerable Anghalhad de la casa Casperan" — Ana rió mientras buscaba en su brazalete de hechizos.

—En verdad me cae mal... — un tercer encapuchado, este de color amarillo, habló molesto.

—Y yo te odio — Ana miró al de ropas amarillas.

—Tiene un punto, por tu culpa Gyro fue mordido por un vampiro — el de ropa azul miró a un lado a un chico inconsciente con ropas verdes.

—¿Mí culpa? — el de amarillo se señaló —¡No fui yo el que intentó robar el Santo Grial!!!

—¡CALLENSE!! — la única chica del grupo, vestida con ropas moradas, se levantó de un largo sueño —Si ya llegamos salgamos de aquí.

—Tienes razón — Ana encontró un hechizo y lo lanzó.

Era un lazo con el que derribó unos árboles y los mantuvo en el aire haciendo sombra en el camino de los troles hacia un lugar con sombra.

—¡Adelante! — Kanjigar instigó a su raza a avanzar para luego hacerlo él.

Cuando los troles terminaron de cruzar Kanjigar se volteó a ver a los encapuchados, notando que el azul y la rosa estaban cargando al inconsciente verde (Gyro)

—En verdad les agradezco su ayuda, cada de magia Casperan — el Trollhunter mostró sus respetos —Touka,

—No hay de que — el de atuendo azul dejó caer su capucha.

—No hay de que — Touka le sonrió al trol

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—No hay de que — Touka le sonrió al trol.

—No hay que agradecer, lo hicimos por conveniencia — Ana levantó sus hombros.

—Ustedes dos también lo hicieron bien... Elisenda, Mauros — el trol los miró.

Entonces la de capucha morada y el de capucha amarilla revelaron sus rostros.

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