El viento soplaba fuerte contra su cara, haciendo que descendiera de golpe la alta temperatura de sus mejillas. Sus brazos se aferraron más al cuerpo de él, con el miedo de caer del caballo que ambos montaban a través del solitario desierto.
Poco a poco, pudo ver sus exhalaciones convertirse en humo a medida que el sol fue descendiendo hasta que, por fin, desapareció por el horizonte. Admiró el paisaje mientras reflexionaba sobre sus acciones más recientes: El cómo huyó de aquel circo antes de siquiera entrar en el portal. No pensaba regresar a ese lugar de locos y no sólo por su propia cordura o sus crisis existenciales, sino por él.
Gummigoo, o así se hacía llamar aquel bandido que estaba a su lado.
Podía considerarlo un aliado, un amigo, quizá algo más. No lo sabía a ciencia cierta, pero de lo que sí estuvo muy segura es que no quería abandonarlo. Dentro del circo posiblemente no hallaría respuestas a sus preguntas, y terminaría abstrayéndose en ese extraño lugar sin haber conseguido nada. Aún deseaba averiguar la verdad, pero necesitaba paz... Y también un buen compañero. Curiosamente, Gummigoo reunía mejor que nadie esos dos requisitos.
El chico le ofreció un lugar en su banda, resultó ser muy cálido y amable para el papel que representaba en ese mundo azucarado. Pomni al principio dudó, pero luego se dio cuenta que no podría encontrar a alguien más que pudiera comprenderla de esa manera. Algo en su interior le dijo que confiara en él, tal vez por el candor de su mirada, o su voz suave fue la que terminó por convencerla. Sea como fuere, ahí estaba ella, abrazada a un hombre que - en teoría - era un completo desconocido. Sin escuchar mucho a la voz de su conciencia por el fuerte latido de su corazón.
Pero ni así, las dudas tardaron en llegar. ¿Y si estaba equivocada? Algo podría salir. Pronto se comenzó a cuestionar si había tomado la decisión correcta al fugarse sin más.
Sin embargo solo bastó que el hombre se volviera para mirarla y le sonriera de manera protectora, para hacerle sentir que ellos eran lo más real en todo ese plano digital. La invadió una sensación de seguridad y libertad, como si las cosas fuesen a marchar bien de ahí en adelante.
Si no tenía un camino qué seguir, ¿qué más daba perderse un poco? Nada le esperaba en el circo, al contrario, junto al chico que la ayudó veía el mañana con un poco más de ilusión.
Quizá hallarían la salida juntos... Todo podía ser posible, o así lo veía ella.
Pero al menos, en ese momento, recorriendo el desierto con una sensación maravillosa de incertidumbre, pudieron sentirse reales, salvajes y libres.
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Solo diré que esto fue producto de mi extraña imaginación con Pomni y Gummigoo siendo felices mientras escuchaba canciones de Kevin Kaarl de fondo.
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Reales, Salvajes y Libres || Pomni & Gummigoo
FanfictionCon él a su lado podía sentir la libertad, ser salvaje, considerarse como una persona real en ese extraño mundo digital. Aún cuando las dudas la acechaban y todo parecía ser una locura total. Pero su rumbo ahora es uno mismo y juntos irán hacia lo...