But Daddy I love Him! [Chestappen OS]

But Daddy I love him!

Sergio estaba cansado de lo estrictos que eras sus padres. Nunca lo dejaban salir más de tres veces por semana, su hora de llegada era a más tardar las 10 de la noche, no podía juntarse con gente que sus padres no consideraban "apropiada" y por su puesto, nada de novios ni relaciones sexuales antes del matrimonio. Aunque la mayoría estas reglas, por no decir todas, eran impuestas por el alfa de la casa, su padre, Torger Wolff.

Pero Sergio era un espíritu libre, un omega que no le tenía miedo al aguafiestas de su padre.

Por qué después de todo, las reglas son para romperse.

[...]

—Max, Max...Vamos Maxie, rápido.

—Carajo Sergio, tu padre me matará si nos descubre.—El rubio posó sus manos en la cintura de su novio intentando alejarlo de él.

—Vamos Max, hazme sentir bien.—El pecoso sin vergüenza comenzó a dar pequeños saltos encima del regazo del alfa.

—Si tu padre nos descubre será tu culpa.—El omega solo asintió mientras besaba y olía el cuello del ojo azul.

Los dos jóvenes enamorados se dejaron llevar por el caliente ambiente que se había generado. Max había abierto paso a sus manos a través de la camisa de botones del omega. Acariciaba su pecho y cada cierto tiempo pellizcaba sus pezones, provocando que Sergio gimiera lo más bajito que podía, mientras restregaba su trasero mojado contra dureza del rubio.

—La puerta...¿Tiene seguro?—Pregunto jadeante Max.

—Si, si.—Respondió sin importancia.

Escucharon pasos en el pasillo de afuera pero ninguno de los dos le importancia. Max porque pensaba que la puerta estaba cerrada y Sergio porque estaba seguro de que el único que estaban en casa eran su hermano que no se molestaría en entrar a su habitación ¿O si?

Los pesados pasos se escuchaban cada vez más de cerca y los jóvenes detuvieron lo que estaban haciendo, ambos miraron a la puerta quietos esperando no ser descubiertos.

La sombra que se podía ver debajo de la puerta al parecer caminó hacia otro lado y los chicos relajaron sus músculos que se encontraban tensos.

Sergio volteó a ver a Max y le sonrió.

—¿Ves? Nadie nos va a...

—Checo, mamá dice que- ¡Oh Santa mierda!

Con rapidez el pecoso se bajo de encima de Max quedando a su lado, el ojo azul solo tomó una almohada y la puso encima de su erección.

Hubo un silencio incómodo durante unos minutos. Checo miraba al suelo evitando la mirada de su hermano mayor, Carlos, y Max mantenía un contacto visual mortal con su compañero de clases.

Si las miradas mataran Max ya estaría tres metros bajo tierra, de eso estaba seguro.

—Carlos yo lo puedo explicar, solo déjame...

—Max.—Llamó el alfa mayor haciendo que su hermano callara.—Sal de esta casa en este instante, por favor.—Pidió de la manera más calmada posible mientras soltaba feromonas amargas.

—Carlos, te lo podemos explicar.—Max se acercó a su amigo.—No pienses mal solo-

Max fui interrumpido por el puño de Carlos en su mejilla. Sergio chilló y tapó su boca sorprendido.

El rubio retrocedió unos pasos sorprendido por el golpe.

—Que te largues ahora mismo de esta casa, maldito degenerado ¡Como te atreves a tocar a mi hermano!