CAPÍTULO II "Confío en ti, solo en ti."

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La intensidad del momento los envolvía, sus corazones latían al unísono mientras se sumergían en la pasión y el deseo que ardía entre ellos. Cada roce de sus manos, cada mirada cargada de deseo, solo servía para avivar las llamas de su amor.

Con un susurro cargado de anticipación, Kang Joonseok atrajo a Jihae hacia él, sus labios hambrientos buscando los de su amado con una urgencia desesperada. Los besos eran ardientes y apasionados, un baile de labios y lenguas que se fundían en una sinfonía de placer y éxtasis. Jihae se dejó llevar por la intensidad del momento, sus manos explorando el cuerpo de Kang Joonseok con una pasión desenfrenada. Cada toque, cada caricia, enviaba corrientes eléctricas de placer a través de su cuerpo, alimentando el fuego que ardía en su interior.

Con un gemido ahogado, Jihae se arqueó hacia Kang Joonseok, sus cuerpos fundiéndose en un abrazo apasionado mientras se entregaban al calor del deseo. Sus respiraciones se entrelazaban en el aire cargado de tensión, cada suspiro un eco de la pasión desenfrenada que los consumía.

Y en medio del torbellino de sensaciones, Jihae y Kang Joonseok se perdieron el uno en el otro, entregándose al placer y la lujuria que los unía en un vínculo indestructible de amor y deseo. El tiempo parecía detenerse mientras Jihae y Kang Joonseok se entregaban a la pasión desenfrenada que los consumía, cada momento lleno de intensidad y deseo. Sus cuerpos se movían en perfecta armonía, explorando los rincones más íntimos y secretos del otro con una devoción ardiente.

Cada susurro, cada gemido, era como una melodía en el aire, una sinfonía de placer que resonaba en lo más profundo de sus almas. En ese momento, nada más importaba excepto la conexión profunda y poderosa que compartían, una conexión que trascendía el tiempo y el espacio.

Con un suspiro entrecortado, Jihae se hundió más profundamente en la unión con Kang Joonseok, su corazón lleno de un éxtasis indescriptible. Cada caricia, cada beso, solo servía para avivar las llamas del deseo que ardían entre ellos, alimentando el fuego que los consumía con una intensidad abrasadora.

Y cuando finalmente alcanzaron el clímax del placer, fue como si el universo entero se detuviera a su alrededor, suspendido en un instante de puro éxtasis. En ese momento, Jihae y Kang Joonseok se convirtieron en uno, fusionando sus cuerpos y almas en un abrazo apasionado que duraría para siempre.

Después de ese momento de intimidad, Jihae y Kang Joonseok se recostaron juntos, envueltos en un abrazo cálido y reconfortante. El aire a su alrededor estaba cargado de una energía eléctrica, una mezcla de pasión y amor que los envolvía como un manto protector.

Jihae miró a Kang Joonseok con ojos llenos de ternura y gratitud, su corazón rebosante de emoción, por lo que acababan de compartir juntos. Nunca antes se había sentido tan conectado con alguien, tan completo y lleno de vida.

Kang Joonseok devolvió la mirada, sus ojos brillando con una mezcla de amor y adoración mientras acariciaba suavemente el rostro de Jihae.

—Te amo, Jihae — murmuró con voz suave, pero llena de sinceridad. "Eres todo para mí."

Las palabras de Kang Joonseok resonaron en el corazón de Jihae, llenándolo de una sensación de felicidad y plenitud que nunca antes había experimentado. Con un suspiro de satisfacción, se acercó a Kang Joonseok y lo besó tiernamente en los labios, sellando su amor con un gesto simple pero significativo.

Y en ese momento, en medio del silencio de la habitación, Jihae y Kang Joonseok se perdieron el uno en el otro, unidos por el vínculo indestructible del amor verdadero. Mientras Jihae y Kang Joonseok se perdían en el éxtasis de su amor, un suave golpeteo en la puerta los sacó bruscamente de su trance. Separaron sus labios con un suspiro entrecortado, sus corazones aún latiendo con fuerza en sus pechos.

El amor de un pensamientoWhere stories live. Discover now