𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 0

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𝑷𝒓𝒐́𝒍𝒐𝒈𝒐....

En la oscuridad de aquella silenciosa noche donde los grillos y lechuzas hacian acto de presencia dando un ambiente más relajado para las personas que custodiaban la muralla que protegía a China, los soldados del Imperio vigilaban como halcones el único lugar donde podían atacarlos. Uno de ellos mientras hacía sus rondas es lastimado por un halcón el cual se le queda viendo estando en una de las torres de la muralla, confundido toca su cabeza vigilando que no haya sangre al comprobar que no observo a la magnífica criatura, escucha al animal alado llamando a alguien confundido nota al animal volar al rededor de la muralla, esperando algo. De entre las sombras una enorme garra de hierro se sujeta a los bordes de piedra, el soldado asustado retrocede al notar más saliendo.

── ¡¡nos están atacando!! ──grita corriendo a la escalera de madera viendo con horror como tres hombres robustos y llenos de cicatrices salen de la torre con espadas en mano, corre con más preocupación a la escalera evitando ser herido por ellos. Sube y con la antorcha que iluminaba el lugar se acerca al recipiente de metal con aceite para dar la señal, un gigantesco hombre con máscara negra cubriendo sus ojos y parte de su nariz con el cabello blanco aparece, el halcón que con anterioridad estaba en el cielo se posa en uno de los grandes hombros del hombre que al acercarse a la luz se descubrió quien era, causando un gran escalofrío al soldado y un sudor frío al verle, pero a pesar de dicha sensación arrojó la antorcha sobre el recipiente con aceite provocando que este encendiera y tras esto las demás también lo hicieron dando a entender que la mayor amenaza para el Imperio había aparecido── ahora toda China sabe que estas aquí.

El invasor arrancó una de las astas donde estaba el emblema de la nación y la colocó en las llamas quemando la dejando un muy claro mensaje── perfecto.

Lo último que se escuchó aquella noche fueron los gritos de los guardianes de la muralla al ser masacrados brutalmente por los desconocidos. Los sobrevivientes de aquella carnicería salieron corriendo a informarle a su general sobre el atentado, el hombre de largos cabellos blancos los observo marchar pero no hizo nada al contrario su retorcida sonrisa se amplió a un más ante la sola idea del emperador en desesperación por su llegada.

ೄྀ☪︎ೄྀ

Unas enormes puertas de madera color rojo con detalles dorados donde reposaba la imagen de un dragón occidental dorado fueron abiertas y de ellas entró un hombre, era de cortos cabellos negros contaba con un ojo dorado el cual contaba con una particularidad su esclerótica era negra como la noche e intensa y en el otro lado de su cara había un parche negro cubriendo el espacio vacío donde anteriormente estaba su otro ojo el cual en vez de molestarle por perderlo le daba una enorme ola de orgullo tras recordar la forma en que lo perdió, su armadura azul opaco con un traje interior gris con botas negras junto con una capa roja que se movía al compás de sus movimientos.

─su majestad los Hunos han invadió la frontera norte ─informo con desesperación en su voz, más su rostro no mostró ninguna reacción.

─eso es imposible Odín, nadie puede cruzar la gran Muralla ─el consejero del emperador hablo callando ante la señal de su gobernante.

Li Tang es su líder ─el emperador Cao Cao fruncio el ceño ante la mención del nombre─ conducire a mis tropas para que roden su palacio para protegerlo

El hombre de bigotes y ropa elegante se levantó inconforme ante esa acción─ no, las tropas defenderán a mí pueblo. Zeus ─llamo a su consejero mientras bajaba las escaleras de su trono hasta estar junto al varón.

─ ¿si alteza?

─ envía aviso de reclutamiento a todas las provincias, y reúne a todos los que puedas para que se alisten al ejército ─ordenó con serenidad tranquilizando un poco a su gente.

⚡𝕸𝖚𝖑𝖆𝖓 [𝕿𝖍𝖔𝖗𝕷𝖚̈]🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora