Cumpliendo tus reglas / Max Verstappen

justo para todos (5)

La plática (y los tragos, sobre todo) con Charles fueron evolucionando, evolucionando y evolucionando tanto al punto de que la que si se puso un poco muy ebria fui yo, porque pues... si llegan a identificar alcohol en el sistema de Char lo más probable es que el peso de la responsabilidad que involucra el haberlo hecho infringir una norma caería sobre mis hombros. Por eso le prohibí los tragos después de las ocho de la noche... ya saben, cosas que tiene que cuidar una cuando es mejor amiga de uno de los mejores pilotos de la liga más alta el automovilismo. Problemas que a mucha gente le gustaría tener, lo sé, pero... es mi realidad y lo ha sido toda mi vida. Toda.

Puede no ser muy lógico para muchas personas, pero reglas son reglas y más en un deporte como este. No quiero arruinar su primera carrera de la temporada por una estupidez como esa. No importa cuántas veces me molestó con que Verstappen está enamorado de mí, no importa cuántas veces insinúe cosas que no tienen nada que ver con la realidad y mucho menos importa qué tan mal de la cabeza está como para decirme esas cosas. Porque me puedo meter con todo, menos con trabajos y sueños... y si, estar aquí no es solo su trabajo, es un sueño que logró cumplir hace un par de años, no pienso ser la persona que intervenga en él .

Más vale prevenir que lamentar, dicen.

Es famosa esa frase... demasiado, diría yo, pero pues creo que no puedo decir mucho si es lo que he estado viviendo. Y ojo, no es que me queje, al menos no del todo, pero me habría gustado seguir entendiéndola dentro de lo hipotético.

Bahréin es una carrera importante porque aquí es donde se define quiénes serán los 10 pilotos en llevarse los primeros puntos de la temporada, esa es otra razón por la que no quiero (muchísimo menos debo) arruinar esto. No cuando sé lo mucho que le costó llegar hasta donde está ahora.

Todo puede pasar y más en momentos como este, lo tengo muy, muy claro, pero eso ya no está en mis manos y por ende es algo que no se puede controlar.

Durante el tiempo que Charles y yo estuvimos ahí en el restaurante-bar simplemente pasando el rato, aunque también quería tratar de solo pasar el rato y olvidarme de mis problemas y todo lo que os involucra hice el intento de sacarle información de cómo conoció a Alexandra para ver si así lograba que se callara un rato con eso que tanto estaba diciendo de Max, afortunadamente mi plan sirvió y tuvo más éxito del que pude haber planeado, porque no volvió a mencionar su nombre si no hasta que lo escuchó viniendo de los labios de una chava gritándolo... viniendo, sorprendentemente (no tanto, ahora que lo pienso) de los baños. Demasiado fuerte como para tomarlo como algo discreto... no lo era.

Pero no juzgo, no ahora, después de todo, ella estaba teniendo la diversión que a muchas nos gustaría tener en momentos como este. Y tampoco se me olvidan los chistes que hizo Charles al respecto diciendo que el campeón del mundo no perdió el tiempo en inaugurar su temporada de la mejor manera posible con una chica que probablemente no va a volver a ver jamás en su vida, porque me causaron más gracia de la que me gustaría admitir.

Nadie se imagina lo mucho que me encantaría poder decir que Charles y yo juntos automáticamente nos convertimos en señoras chismosas y criticonas que viborean a todo el que les pase por en frente, lo conozcan o no... Oh, no, esperen... ¡si puedo hacerlo! ¿Saben por qué? Porque eso es exactamente lo que hemos hecho desde el día uno en que comenzamos a ser cercanos... se convirtió en un estilo de vida para nosotros y no tenemos ningún apuro en cambiar eso. Al menos no lo haremos pronto, porque... si a nadie le afecta, ¿por qué habría de afectarnos a nosotros? De todos modos, ambos disfrutamos imitar e inventar las conversaciones de la gente a nuestro alrededor...

Puede sonar un poco a cliché de mejores amigos eso de que "somos perfectos", porque normalmente, creo que en la mayoría de las películas, salen siendo igual que nosotros... y por eso mismo era que yo tenía la idea de que ese tipo de amistades solo salían en el mundo de lo fantástico, pero cuando conocí a Charles me di cuenta de que siempre estuve equivocada. Otra razón para confirmar que Charles es... pues Charles.