Sobreviviendo a mis temores creados por mi historia; aún busca saciarse de la realización a pesar de todo lo que vivió.
Las temporadas continúan sin tregua, dedicadas a avanzar al frente.
Deseando un respiro de la presión del tiempo, soñando que las manecillas de mi reloj se contuvieran tan solo momento.
Me es inevitable la sensación de profundo pánico al ver pronta la visita de la muerte.
La naturalidad del proceso que todos transitamos, el envejecimiento.
No me agrada ver las arrugas en mi reflejo del espejo.
El dolor de mis huesos desgastados, son las huellas de mi antaño facturado.
No camino, y hoy las piernas no han respondido. Incapaz de visualizar algo que no sea negro.
Ya no guardo auto desprecio por no hacer realidad todos mis anhelos, reconozco con honestidad que hice todo lo que estuvo en mis manos.
Únicamente escucho lloriqueo y voces que ya no recuerdo. Mi memoria se está perdiendo.
Sin agobiarme por lo que le depara a mi alma, simplemente queda la inexistencia o la nada.
La conceptualidad que un día me perteneció, ahora ya no es de mi comprensión.
Estoy en todo lo que alguna vez me fascinó, hábito en el espacio-tiempo.
Soy la esencia del afecto, la belleza que percibes cuando te toca el viento.
Estoy en las experiencias de aventura.
Soy la presencia de la creación.
El llamado tiempo, ya no es más de mi entendimiento.
Y al desconocer la verdad, nos convertimos en analfabetas de la realidad.
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Borderline: Cartas Para Un Desahuciado
Non-FictionDiario de mi día a día con Trastorno Límite de Personalidad (Borderline).
