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Jeongin llega a la casa de Chan y Felix con una sorpresa entre las manos, él sabe que Felix está solo así que nada va a interrumpirlos.
— ¡Traje chocolates! — avisa con una gran sonrisa cuando le abren la puerta.
— ¿Qué haces aquí? — pregunta preocupado, haciendo que él chico menor entrase.
— Visitar a mi mejor amigo, ¿Hace cuánto no nos vemos? — tenía un punto, tal vez pasó un mes, dos, Felix dejó de contar los días hace mucho.
Charlaron un buen tiempo, estuvieron en el patio compartiendo un té con los chocolates. Jeongin le contó que planea casarse con Hyunjin pronto, así que le dijo que se fuera preparando para la boda.
— ¿Y ustedes para cuándo?
— ¿Qué cosa?
— ¿Cuándo van a casarse? — aclaró.
— No lo sé... Ni siquiera quiere hijos, no creo que piense en una boda.
Jeongin se sintió triste por su amigo, pero prefirió guardar sus comentarios respecto a Chan.
Se fue temprano, antes de que Chan volviera. Felix creyó que estaría salvado, no habían rastros de que Jeongin estuvo ahí.
Pero Chan siempre lo sorprendía.
— ¿Qué hacía Jeongin aquí, bebé?
Felix se sintió asustado, sabía lo que vendría a pesar de que Chan usara una voz dulce.
Felix había sido un chico malo.
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