El Harem De Mi Amigo Está Obsesionado Conmigo

80

"¿Así que ella accedió a reunirse con él mañana?"

"Sí, eso es lo que dijo".

Tarde en la noche, escuchando las palabras de Tana en la azotea, mi corazón se sintió pesado de nuevo por alguna razón.

Aunque Eve había accedido a reunirse, por suerte, había pedido un poco más de tiempo, así que había quedado con Charlie mañana.

"Creo que es mejor ir a hablar con ella primero".

"Tendré que hacerlo".

Suspirando, miré a Sen que estaba a mi lado, y ella sonrió ligeramente, cruzándose de brazos.

"También me he enterado de lo del consejero. Sean Porche. Pertenece a la familia real, pero su rendimiento reciente ha sido pobre, lo que dificulta que renueve su contrato el año que viene."

"..."

"Probablemente por eso está actuando tan desesperadamente".

"Gracias."

"No, es natural para una misión."

"..."

Ignorando el asunto de Sen por ahora, le dije a Eve que volvería y me dirigí a su habitación.

Al ser tarde por la noche, no había nadie en el pasillo, pero quizás debido a mi anterior entrada en el piso de las chicas, la vigilancia se había reforzado.

Gracias a que Tana y Sen los distrajeron, pude llamar y entrar fácilmente.

"Uf, los profesores sí que han reforzado la vigilancia".

Pensé que debería haberme encaramado desde la ventana de la azotea.

"Daniel, estás aquí".

Como si supiera que iba a venir, me miró sin rodeos y contestó.

El ambiente parecía como si hubiera reprimido sus emociones, como Sen. Sentí que su estado se estaba agravando.

Síndrome del lector romántico".

Tana había dicho que Eve parecía haber desarrollado un trauma en el aspecto romántico a causa de Charlie, como si algo hubiera salido mal.

"Eve, ¿no estás cansada?"

"¿Eh?"

"Constantemente huyendo así, ¿no es duro?"

Al final, sólo estaba huyendo.

"¿Huyendo? He quedado con Charlie mañana".

"No, estás huyendo. Estás matando tus propias emociones y actuando como si lo que está pasando delante de ti no fuera tuyo."

"Suenas igual que Tana."

"Eso es porque es tu estado actual".

Eve se sentó lentamente en la cama, juntó las manos con fuerza y murmuró en voz baja.

"Sólo necesito aguantar mañana. Entonces podremos volver a nuestra rutina normal".

"Y la verdadera Eve estará más destrozada".

"...¿Qué intentas decir?".

Sonreí levemente a Eve, que fruncía un poco el ceño.

"Ya te lo he dicho, ¿no es duro huir?".

"¡No estoy huyendo...!"

"Estás huyendo".

Cuando respondí con firmeza, los ojos de Eve enrojecieron ligeramente. Cuando Eve se emocionó, derramó muchas lágrimas, como si revelara su frágil corazón.