quedate...

33 0 0
                                    

Recomendación:antes de empezar a leer este capítulo puedes leerlo escuchando:stay de victoria justice para una mejor experiencia... Por su atención gracias<3

^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^♡^^

Desde la última vez que hablé con ella, no he dejado de pensar en ella y en cómo es tan linda, tan divertida, tan ella simplemente. Desde que la conocí, no he podido dejar de escribir sobre ella en mi diario. Los diarios no son algo que uno escribe pensando en el futuro, son un registro de las preocupaciones que uno tiene en el presente, en el ahora. Y en ese entonces, yo estaba muy preocupado por:

1. Si seguía llegando tarde, cascaría el semestre.
2. Quién era esa chica "tormenta" y por qué no dejaba de pensar en ella.
3. Si me contratarían en el nuevo trabajo.

El amor aparece en lugares insospechados, como un conjuro de magia que se materializa en el mejor amigo de tu mejor amiga o en tu mejor amiga. Alguna vez yo también me enamoré de mi mejor amiga, pero no se lo dije jamás. Alguna vez yo también amé por primera vez, lloré por primera vez, sentí miedo de desear a la persona incorrecta por primera vez. Y como suele pasar en las primeras veces, me sentí solo, desorientado, actuando siempre desde la sospecha y la intuición. Y al mismo tiempo, me sentí embriagado, con los sentidos saturados, con las ganas tatuadas sobre la piel y el corazón hinchado, lleno de certezas.

Hoy fue un mal día que terminó bien contra todo pronóstico (y en especial, contra mi propio pesimismo que a veces me paraliza). Un puntito de alegría que nunca cae mal y que me obliga a escribir esta noche, a pesar del sueño y del cansancio. Pero es que no me puedo (ni quiero) ir a dormir sin plasmar cómo me siento. Es como si tuviera el estómago lleno de mariposas. Me fastidian, y mucho, pero no puedo negar que las echaba de menos. Hace mucho decidí olvidar esa sensación porque simplemente creí que era mejor así. Hoy volvieron y no sé bien qué hacer...

Para empezar, la parte aburrida de mi día: me desperté tardísimo porque ayer me quedé leyendo hasta la medianoche (primer error), y cuando por fin me obligué a cerrar el libro y creí estar dando el paso correcto para irme a dormir, me di cuenta de que llevaba más de veinte minutos pensando en ella "tormenta" (segundo error). Aparte de todo esto, el tercer y más grande error: anoche se me olvidó poner la alarma..

Me despertó Yusset, mi hermanita menor, sorprendida de que todavía siguiera dormido: "¿Hola? ¿Estás vivo?", me decía mientras me pinchaba el brazo fuertemente. Cuando me desperté, lo primero que vi fueron sus ojos a punto de salirse y lo segundo: el reloj. Eran las dos y media de la tarde. No lo podía creer. Mi clase empezaba a las tres. Tuve que bañarme a las carreras, comer cualquier cosa y ponerme la primera sudadera que encontré. Típico de mí: como si fuera un viernes 13, me regué el jugo de naranja encima. ¡Cómo detesto la ropa manchada!

Cuando por fin llegué al colegio, el profesor no me dejó entrar al salón. "Estas no son horas de llegar, jovencito. Adiós", dijo, mientras intentaba cerrarme la puerta en la cara. Yo le respondí: "Es muy injusto, esto no es la universidad". Él alzó los hombros y dijo, sin siquiera mirarme: "Las reglas son reglas, retírese". Me fui para la cafetería, arrastrando los pies, muerto de sueño y con un poquito de dolor de cabeza.

Hoy no habría iniciado tan mal el día si no fuera por andar soñando despierto, por pensar tanto en alguien imposible. "Tormenta", como si se tratara de un embrujo: oficialmente había salado mi día. Respiré profundo y decidí que era buena idea escribir. Pasaron algunos minutos y lo único que había escrito era pensamientos al azar, como...

"Por qué incluso las tormentas generan calor"

"Yo era un velero en altamar y ella una tormenta perfecta"

Excepcionalmente te amoෆDonde viven las historias. Descúbrelo ahora