2: A través de diez miradas.

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El 16 de enero de 2024.

Preparatoria Cielo

Detective Valentín Assoca

Me encontraba recorriendo los pasillos en un ambiente enrarecido. El equipo de peritaje abandonaba el laboratorio tras investigar a fondo la escena del crimen, dejando un rastro de intriga a su paso. El viento soplaba con fuerza a través del sendero escolar, ondeando mi larga chaqueta mientras rememoraba aquel verano en el que fui rechazado, una imagen ahora difuminada por el oscuro cielo nublado y la brisa desenfrenada. Nunca habría imaginado que los mismos pasillos donde una vez cursé mis estudios estarían ahora cubiertos de cinta policiaca; sin embargo, en este trabajo, lo inesperado era lo habitual.

Caminé decidido hacia la sala directiva, y con cada paso que me acercaba, la lluvia golpeaba con más intensidad contra el techo. Al llegar a la puerta, un trueno retumbó en el cielo acompañado de la figura de una mujer que aguardaba al otro lado. Sentada en el escritorio, su presencia era impactante, con una melena pelirroja ondulada que enmarcaba un rostro enigmático. Sus ojos dorados se encontraron con los míos, pasando de la indiferencia a una sonrisa que ocultaba algo más. Se puso de pie con elegancia, haciendo crujir sus tacones en el suelo, y aunque yo estaba abrigado, sentí un escalofrío recorrerme ante su presencia.

Sin conocer su identidad, me invadieron las dudas. En teoría, solo debían estar presentes los encargados del laboratorio y del peritaje en la escena del crimen, por lo que esta misteriosa mujer era una incógnita. Vestida con un ajustado vestido negro, parecía desafiar las normas del lugar. ¿Quién le había permitido entrar? Mientras me planteaba estas preguntas, fui sorprendido por un repentino abrazo por la espalda, seguido de sus manos deslizándose por mi cuerpo.

-¡¿Qué estás haciendo?! ¡Aléjate! -exclamé, apartándome de ella con seriedad.

-¿Crees que cediendo a mis encantos, como hizo la última zorra, tu esposa reconsiderará el divorcio? -sus palabras irónicas provocaron enojo y confusión en mí. ¿Cómo podía saber todo eso?

Intenté interrogarla, pero mi profesionalismo se vio desafiado por su interrupción.

-Estoy aquí porque, después de tanto tiempo, por fin se presenta algo interesante. -su tono revelaba cierto deleite-. ¿Sabes? No había encontrado algo tan intrigante en cinco años. Una lástima que tu equipo policiaco no se enterara.

-¿De qué hablas? ¿Qué ocurrió hace cinco años? -demandé respuestas, sumergiéndome en un mar de incertidumbre. ¿Corrupción, conspiraciones, enemigos del pasado? ¿Qué secretos ocultaba esa misteriosa mujer?

-No te preocupes por el pasado. Lo importante ahora es que necesito algo, y tú, Señor Valentín, puedes beneficiarte de ello. -su seguridad me intimidaba, y en ese momento, me di cuenta de que ella conocía más sobre mí de lo que hubiera deseado. Solo me quedaba un faro de incertidumbre en medio de aquel océano de misterio.

La lluvia golpeaba con fuerza las ventanas, creando un ambiente tenso y misterioso en la habitación. La mujer frente a mí, con su sonrisa enigmática y sus ojos penetrantes, parecía tener el poder de desvelar secretos ocultos en las sombras.

-¿De qué forma podrías ayudarme? -pregunté, intentando mantener la calma a pesar del estruendo de la tormenta que se intensificaba. -¿Sabes por qué pasó esto? -añadí, sin apartar la mirada de ella. Otro trueno resonó, aumentando la tensión en el ambiente.

La mujer continuaba sonriendo, como si supiera algo que yo ignoraba. Su voz era suave, pero tenía un tono de autoridad que me hizo estremecer.

-He presenciado la historia de todos en carne propia. Solo debes decirme que sí, y te revelaré un poco de esa historia que necesitas... ¿Es mucho pedir? -explicó, mientras mi cuerpo se alarmaba ante la situación cada vez más extraña. Había enfrentado situaciones de presión antes, pero esta era diferente; esta mujer no parecía ser normal.

Vestigios De Muerte [Eterno: Spin-off]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora