Genya siempre fue protegida y dependiente de su hermano mayor, Sanemi, por esa razón al saber que su hermano no estará durante una semana y la recuperación de este (si es que sale muy herido). Un kakushi pervertido le entregará un uniforme nuevo.
Ac...
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Caminaba con alegría y dando pequeños saltos, parecía una niña haciendo aquel acto; no obstante, no le importaba debido a que en si, su personalidad era parecida a la de una niña. Siempre tenía la misma ilusión al caminar o realizar alguna actividad.
Algunos la tomaban por estúpida o algo así, otros solo apreciaban su cuerpo y fantaseaban con cosas no muy sanas, ignorando por completo la personalidad de ella.
Esto no pasaba por alto cuando aquella chica estaba con su hermano. La mirada de este era tétrica cuando se enfadaba, a las únicas personas a las que le dedico una sonrisa sincera y pura, fueron a su familia y a su difunto amigo, Kumeno Masachika.
Y si, las sonrisas que hacia Sanemi no se acercaban ni de lejos a las sinceras o puras, las sinceras tenían un toque de calidez y cariño; las puras las hacía cuando se sentía melancólico y recordaba su pasado. En cambio las otras, que hacía solo por hacer, eran para que no parecerce al 'emo' o así es en su mayoría, aveces simplemente las hacia para dar más miedo de lo habitual, lo cual funcionaba a la perfección.
-...- Su acompañante, la estaba observando de una manera tranquila y cálida a la mayor. Para él, verla así era mágico y adictivo.
-Tokitoooo-san...- Le genero ternura escuchar el alargamiento de su apellido, eso y las expresiones de la contraria al pronunciarlo.
Ambos tenían un vínculo, uno de amistad según Genya. Apesar de que ella tenía sentimientos hacia el menor, prefería una bonita amistad antes de ser rechazada y perder su amistad; sin embargo, lo que no sabía era que él compartía los mismos sentimientos con ella pero a mayor escala.
-Dime, Genya-san.- Pronunciaba su nombre con una alegría inmensa.
-Puedes ayudarme a matar a este demonio.- Bajo de su mundo para toparse con una Genya extremadamente enojada, y no solo por el demonio que le soltaba varios comentarios obsenos y sexuales sobre ella. No se parecía a la fantasía que tenía con ella.
El hecho de que Tokito pensara en fantasías que parecían tan reales, al punto de que este mismo se confundieron con la realidad, era por el hecho de que las imaginaba con defectos. Esto provocaba que fuese tan distraído y olvidadizo.
-...- Prefirió no decir nada para mantener la compostura y no hacer enojar a su acompañante, si eso era posible.
En un rápido movimiento, Muichiro le corto el cuello a el demonio. Tenía que comportarse como un pilar, ¿verdad?
-Esto...eres impresionante. Perdón.- Lo dijo con vergüenza, mucha vergüenza y no solo por haberle hablado mal, también porque aquel demonio desgarro varias partes de su uniforme quedando al descubierto parte de su pecho.
(Genya se ponía su yukata morada al revés, debido a que esta también tenía un agujero en la parte del pecho)
-...Disculpame a mi, me distraje e hice que el demonio te molestase y dañase.- Desvió la mirada para que no se notase su leve rubor en las mejillas.
