Kara estudia derecho y un día decide acudir a una fiesta de Halloween en su universidad. Allí conocerá a alguien disfrazado de El fantasma de la ópera, con quien acabará teniendo algo más que palabras.
Quiere independizarse, así que para poder pagar...
Os dejo un nuevo capítulo. La verdad, últimamente me está costando mucho centrarme en esta historia. Por alguna razón, en mi cabeza imagino las escenas de una manera y al escribirlas, terminan siendo totalmente diferentes. A veces son mejores, y a veces me parecen peores (al menos así me lo parecen a mí).
Otras veces pienso que, simplemente, la historia os está aburriendo, y eso hace que me agobie. Pero como no me gusta dejar las cosas sin acabar (creerme, que he llegado a pensar pausar la historia indefinidamente, o incluso borrarla y volverla a subir cuando estuviera completa, cosas que NO haré), aquí sigo dándole al coco y subiendo capítulos, jajajja.
Aunque me temo que esta historia será algo más cortita de lo que os tengo acostumbrad@s. Espero que no os importe.
Por eso os insisto tanto en que dejeis comentarios, ideas, cosas que os gustarían.... Así sé que os está gustando (o no)
Bueno, no me enrollo más y os dejo el capítulo antes de que me llameis pesada y me deis una patada en el culo jajaja (y a ponerme a trabajar en el siguiente capítulo). Ya sabeis que espero estrellitas. Muchas estrellitas. Y comentarios.
"¿Dije el nombre de otra en sueños? Porque si es eso, tengo una explicación"
LENA
2 de Octubre de 2020
Todo había vuelto a la normalidad en los últimos días. Kara había vuelto a clase y yo seguía dirigiendo L-Corp mientras mi madre cuidaba de Lexie, ya que Eliza estaba aprendiendo a adaptarse y formándose para su nuevo puesto. Miré el reloj de mi oficina y empecé a recoger. Era viernes y los viernes, solía salir antes para comer en casa con Kara y con Lexie. Pasé por casa de mi madre para recoger a Lexie y, tras hablar con ella un rato, fui a casa. Al llegar me extrañó no encontrar a Kara allí. Normalmente, ella ya habría llegado. Aunque lo más probable era que se hubiera entretenido hablando con Winn o que hubiera perdido el autobús y tuviera que esperar al siguiente. Miré mi móvil, por si me había escrito, pero no lo hizo. Dejé a Lexie en la cuna que teníamos en el salón y subí a ponerme algo de ropa cómoda. Después, empecé a preparar la comida.
Estaba terminando la comida, cuando la puerta se abrió y escuché gritos.
-Kara: ¡Es que no es justo, Winn!
-Winn: Bueno, tampoco es para tanto. Te ha salido bastante bien.
-Kara: ¡¿Bien?!
-Winn: No, bien no. Bastante bien, que es distinto.
-Kara: ¡Es que dudo que eso sea legal! ¡Mañana pienso quejarme!
-Lena: ¿Qué pasa? – pregunté, saliendo al salón. -¿A qué vienen esos gritos? – besé a Kara, mirándola. Parecía furiosa.- Hola Winn.
-Winn: Hola Lena. Kara, sólo es un examen. Y dudo que cuente para la nota final, así que relájate. Y aunque contara....
-Kara: Cállate ya... - gruñó.
-Lena: ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estás tan enfadada?
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