Joseph Rhode
2024
Termino de hablar, volteo a ver a la profesora Isabel que tiene una sonrisa, me limito a asentir con la cabeza.
—Muchas gracias por tus palabras, Joseph, me siento extremadamente orgullosa de ti, al igual que de la joven que viene a dejar en alto la toga blanca que una vez usó Joseph, recibamos a Anabella Sanz con un fuerte aplauso.
Bajo la mirada a mi reloj, marca las siete y media de la noche, tengo una reunión en media hora, debo empezar a rechazar estas invitaciones. Levanto la vista y veo a una joven chica
Anabella Sanz, el mejor promedio
Casi igualándome, nunca había visto algo igual, tengo que admitir que me causaba intriga esta chica
Su cabello es realmente corto, no se nota con su birrete, está dándole la mano al profesorado y luego...
Joder
Veo sus ojos marrones brillantes, enredaderas gruesas como pestañas, son tan largas que llegan a tocar sus cejas, ella me mira tímidamente.
"Creo que me puedo quedar un rato más"
Sonríe levemente con sus labios rosas brillante y yo extiendo la mano, la acepta, noto su piel tensa y suave, su pulso está disparado y tiembla levemente, sus uñas rojas rozan mi piel. No me inmuto. La suelto.
Camino a su lado y bajo del escenario, varias señoras me miran, las ignoro y me siento.
"¿Que podrá decir la cerebrito?"
Yo usé esa toga y ese birrete, claramente hice todo por ese jodido diploma y ver el 100 en mi nota final, sin embargo, he visto estos últimos años a cuatro mejores promedios, tres mujeres y un hombre, ninguno me generó ni el más mínimo interés, aunque a los cuatro les financié la universidad. Solo es trabajo.
La miro fijamente, se acerca levemente al micrófono, su voz es suave como la de una quinceañera, aunque tengo entendido que tiene diecinueve años, son datos que me proporciona la escuela al ser el mayor donador. Por mi esta escuela no se ha caído a pedazos.
Escucho sus palabras, al inicio realmente me aturde el hecho de que dice lo mismo que dicen siempre, sin embargo, las palabras me empiezan a inspirar intriga, además, cada palabra tiene una oratoria y realidad diferente a lo que he escuchado.
Levanto una ceja al escuchar las palabras "Les insto a que abracen la evolución".
"Me gustaría verla involucionar"
Sonrío levemente ante el pensamiento.
Anabella Sanz
2024
Una semana luego
Mierda