🐍Capítulo 10🐍

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No sabía si estaba viendo realmente eso o estaba alucinado a causa del sueño que sentía, pero todos los presentes de ahí se giraron al escuchar el vaso de agua romper contra el suelo.

Hasta ante todas las miradas de confusión y extrañeza de los adultos Harry se quedó inmóvil analizándolos lentamente, ahí estaba el director Dumbledore, la profesora McGonagall y algunos profesores más que los acompañaban, también contando al profesor Quirrel...

Sentía un escalofrío al sólo pensar su nombre, después de un corto silencio que para el pelinegro se le hizo eterno alguien en la sala habló.

-Señor Potter, que hace tan tarde diambulando por los pasillos?-Dumbledore preguntó arcando una ceja.

-Estaba yendo a buscar un vaso de agua señor-No estaba mintiendo, aunque también se saltó la parte en que la curiosidad de ver de dónde procedía ese sonido le ganó.

-Bueno, vuelva a su dormitorio de inmediato o recibirá un castigo-Su voz era amenazadora, cosa que le hizo gracia a Harry.

Después de que el pelinegro intentará formular una respuesta para poder seguir su papel y hacer un interrogatorio a todos los presentes decidió que sería mejor idea planear un plan esta noche y así por la mañana poder descubrir que estaban tramando.

-Bien, les deseo una buena noche a todo.

Después de decir eso se encaminó hacia su dormitorio y pudo escuchar desde lejos una voz.

-Buenas noches señor Potter-Otravez el profesor Quirrel...

Aún no sabía porque parecía que le conociese o que tramaba algo, con los demás tartamudeaba y parecía una oveja blanca e inocente pero con el podía hablar correctamente y fríamente. ¿Qué es lo que cambiaba en el?

Intentó no hacer mucho ruido con la puerta para no despertar a sus compañeros que estaban hundidos en un profundo sueño, cada uno con sus historias. Harry desearía no tener pesadillas constantes o no tener la oída tan desarrollada para escuchar todo el ruido cerca suyo, aunque tambien fuera una buena ventaja.

La cama ya estaba abierta de antes asique solo se tuvo que meter cuidadosamente y arroparse entre las sábanas, deseando que mañana el estúpido Weasley y la tonta Granger no le persiguieran como siempre.

Al cabo de cinco minutos el silencio reinó en la sala donde los jóvenes estaban acomodados tranquilamente.

...

Como siempre nuestro protagonista se levantó el primero de todos, rascándose los ojos para ver con mejor claridad. La luz entraba por la ventana, pero no tanto como para sofocar a los jóvenes, gracias a eso a Harry se le ocurrió una pequeña maliciosa idea.

Con su varita abrió derrepente todas las cortinas haciendo que el sol entrará por todos lados, comenzaron las quejas de sus compañeros pidiendo que alguien lo solucionará o algo parecido.

-A despertar ya, no voy a aceptar que ninguno de vosotros lleguéis tarde al desayuno y quedemos todos en ridículo-Habló en alto para que todos le escucharán.

-Pero mi rey, aún falta casi una hora para que se abran las puertas del Gran Salón y podamos ir a desayunar-A Draco no le gustaba nada que le levantarán de esta manera, aunque tampoco haría mucho ruido por miedo a que el contrario se enfadara.

-Ese no es mi asunto, necesito que estéis todos preparados en veinte minutos o sino habrá castigo-Dicho eso, el pelinegro se fue a arreglar para cumplir también la norma que se acababa de establecer.

Se quedaron todos en silencio replanteandose si hacer caso omiso o cumplir las ordenes.

-Chicos creo que deberíamos ir leventandonos, por lo menos yo no quiero recibir ese castigo que tanto habla-Como siempre Theodore tiene razonamiento y da el primer paso para que el grupo le siga y nadie corra peligro.

Algunos tardaron poco tiempo más pero ya todos estaban de pie atabalados poniéndose sus túnicas mientras Harry ya estaba en la sala común esperando a que los demás bajarán. Algunos alumnos de cursos más altos le saludaron y el devolvía el saludo.

Nadie llegó tarde, Harry estaba feliz de que los demás cumplieran sus órdenes pero mostró indiferencia como siempre yéndose en dirección al Gran Salón siendo seguido por sus compañeros de casa.

Nada más interesante pasó, los hermanos Weasley provocaron una estúpida broma haciendo que una niña de Ravenclaw se le quedará el pelo blanco, comenzó a chillar desgarradamente haciendo que casi todos los demás presentes pareciera que les fueran a petar los tímpanos.

La primera clase que tenían era aprender a montar en escoba, a Harry no le entusiasmaba mucho la idea de tener que estar soportando a los de Gryffindor de nuevo pero que se le podía hacer.

La profesora Hooch se presentó a toda la clase haciendo una reverencia, parecía una mujer fuerte e independiente a ojos del pelinegro.

Cada uno se colocó a lado de una de las escobas que habían en el suelo, se notaba que todas ya habían sido utilizadas e incluso se veían malgastadas. Claramente culpa del director Dumbledore, quien al parecer no le importaba la seguridad de sus estudiantes.

La profesora les indico como tenían que colocarse y el primer paso que debían tomar era decir arriba para que las escobas saltarán a sus manos. Cuando su silbato sonó, Harry gritó flojo:

-ARRIBA!-Su escoba saltó casi al inmediato que el chico pronunció esa palabra dejando bocabiertos a todos los estudiantes incluido a la profesora.

-Bien hecho señor Potter, 5 puntos para Slytherin-Dijo cuando se restructuro un poco de la sorpresa que se había llevado.

Sus compañeros le dieron halagos y palmadas en su espalda o hombros, a él no le parecía nada del otro mundo pero al ver a los de Gryffindor intentándolo se tuvo que aguantar las ganas de reír.

A un niño su escoba le saltó en la cara impactandole de una manera que hasta se le rompieron las gafas en dos, el niño empezó a llorar y la profesora no tuvo más remedio que tener que llevarlo a la enfermería.

-Pronto volveré, esta prohibido volar con la escoba y a quien vea infringiendo la indicación que acabó de dar será expulsado de Howarts-Dio una mirada fría a todos para luego marcharse con el niño agarrado de la mano.

Harry se aburría un poco, no había nada interesante que hacer hasta que pudo ver como el niño Weasley se metía con un compañero suyo de Gryffindor, más específicamente Neville Longbottom.

-Dámelo ahora o te lanzaré a volar!-Gritó asustando al pobre Neville que no sabía como defenderse.

-Esta bien, pero solo te la enseñaré de lejos...-Sacó su preciado regalo que le había dado su abuela, desapareció de sus manos al instante.

Ron se lo acababa de robar, se subió en una escoba con dificultad y empezó a burlarse del otro.

-Ven a buscarla si tanto la quieres orejas de elfo!-Le gritó en el aire para que todos escucharan.

Neville se puso rojo por el apodo que le acababa de poner y ya estaba casi llorando suplicandole al Weasley que se lo devolviera. Harry ya cansado de esta escena, se aproximó a donde estaban los dos y con su escoba levito a la misma altura que Ron.

-Devuelveselo ahora mismo-Dijo con una voz un poco enfadada, ya se había cansado de las payasadas que venían de toda esa familia de pobres.

-Que pasa si no quiero?-Ron empezó a volar más alto para que el pelinegro no lo pudiera alcanzar, cosa que no funciono nada porque en segundos Harry le derribó de su escoba haciendo que este se cayera.

Primero de todo recuperó el objeto de Neville y luego atrapo a Ron en el aire, si le pasaba algo grave podrían haber consecuencias.

Ya en el suelo todos le comenzaron a aplaudir y el le entregó de vuelta el regalo a Neville, quien estaba muy agradecido y aún llorado.

-POTTER SE PUEDE SABER QUE ESTABAS HACIENDO!?

Upss...

~1313 palabras~

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⏰ Última actualización: Jul 09 ⏰

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