Pov Chiara:
En mi lista de «cosas que no me dejan dormir» está el hecho de que me he pasado los últimos años de mi vida mintiendo, no es broma, miento muchísimo, una mentira detrás de la otra. Mi vida actual es una mentira que he ido construyendo poco a poco, día tras días y que cuando me explote en toda la cara no se que voy a hacer.
Esto para empezar, es más que una fuerte declaración, pero no daré vueltas. Soy una mentirosa y aunque me avergüence de ello solo puedo decir que no tenía otra opción.
Mi nombre es Chiara Oliver. Si tuviera que definirme, antes decidir mentir compulsivamente tenía una vida muy tranquila.
Juro que lo de mentir no es una cosa patológica y que todo lo que ha salido de mi boca en los últimos dos años no han tenido otra intención que la de sobrevivir en la jungla que supone tener veintitrés años, estar enamorada y ser rematadamente idiota y torpe. Y escoger mal. Eso también se me da muy bien. Pero no me voy a adelantar.
Por donde empiezo a contar todo lo que salió mal? Por donde empiezo a contar de quien estoy enamorada? Que tipo de relación tenía con esa persona? Y ¿cómo puede ser que las cosas se puedan girar de esa manera y en el momento menos adecuado?
Y sí, me hago muchas preguntas porque no sé muy bien por dónde empezar.
Cronológicamente. Creo que va a ser lo mejor.
Como en la vida misma, el formato que escojas dice mucho de todo aquello que prefieres callar. Y no hay mentira más grande que aquella que te ocultas a ti mismo.
Hay muchas formas de contarlo. De la manera corta, el camino sencillo, sin vueltas y sin tapujos: Estoy enamorada hasta las trancas de mi mejor amiga y decir hasta las trancas es un eufemismo, estoy enamorada perdida hasta el punto de que he llegado a pensar que la tengo completamente idealizada aunque en el fondo también se que no es así. Estoy enamorada de una persona con quien comparto piso y además hasta donde sé aún tiene algunos encuentros con su ex, que a su vez desde que terminaron su relación si a eso se le puede llamar terminar, cada vez comparte más tiempo con mi grupo de amigos y la chica más maja no puede ser. Mi apellido podría ser «Complicaciones» en lugar de Oliver porque, total, me define más. Para ilustrar un poco la versión corta de la historia, podría decir que a veces deseaba que no se volviesen a ver y no tener que escuchar sus gemidos desde la habitación cuando pasaba por la madrugada por el salón al ir a la cocina a por un vaso de agua.
El amor nos vuelve crueles y yo vivo en una constante lucha con Chiara, el monstruo de las galletas de amor no correspondido.
Si escogiera el modo intermedio para explicar lo que me ha traído hasta aquí, debería decir también que la vida es complicada y que cada decisión suele venir respaldada por nuestra propia verdad, que no tiene por qué ser la de los demás, aunque eso me suena a justificación hasta a mí. A ver..., me enamoré de Violeta sin querer y aunque eso debería liberarme de la culpa..., olvídate. Me enamoré de una chica que no estaba soltera ni cuando la conocí, estropeé mi tranquila convivencia con una persona de diez y me había convertido en una especie de cajita de Pandora versión mentirosa compulsiva. Pero... qué espera el universo que haga? Solo miento en un intento de no precipitar el Apocalipsis dentro de un grupo de amigos que no sé si soportaría lo que vendría después de mi confesión. Pero es que me enamoré tan poquito a poco que cuando pude aceptarlo para mi, todo estaba lo suficientemente enredado como para que solo me quedase la opción de mentir.
Sin embargo, aunque esta versión está más cerca de lo que es la vida, el camino más sincero, completo y real para contar esta historia empezaría con un sencillo: conocí a Violeta en una fiesta.
Enamorarse de ella no fue el inicio sino solo la consecuencia de aquel encuentro porque, no es por quitarme mérito en esta cagada majestuosa, es que Violeta es uno de ESAS chicas, mujeres o como quiera Dios que se tenga que llamar a una mujer preciosa de 20 años en aquel momento. Y no estoy exagerando. Conocí a Violeta en una fiesta en la que desde que la vi no pude quitarle los ojos de encima.
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De Mentiras
FanfictionEn un mundo donde las apariencias lo son todo, Chiara se encuentra atrapada en una red de mentiras que amenaza con desmoronarse en cualquier momento. Chiara se ve obligada a ocultar sus sentimientos, a mentir a sus amigos y a sí misma para mantener...