De Mentiras

2. Por sacarme de allí

Pov Violeta:

Creo que nunca sabes cuando vas a conocer a esa persona que te va a cambiar la vida, que te va a poner el mundo patas arriba y no vas a poder hacer nada para evitarlo. Pero cuando eso pasa, simplemente te das cuenta.

Si tuviera que describirla, así de forma muy rápida, diría que es el amor de mi vida pero en amiga. Que digo amiga, en mejor amiga, en la mejor amiga del mundo. Chiara es mi alma gemela, mi persona, mi hogar. Llegó a mi vida para hacérmela más bonita, más fácil.

Cuando la conocí, por mi cabeza nunca pasó que podríamos ser tan amigas, tengo que decirlo, pero después que entablamos la primera conversación, algo en mi sabia que iba a ser importante en mi vida.

Recuerdo a detalle estar bastante aburrida en una fiesta a la que no le encontraba motivo para celebrar y verla llegar. Puedo recordar exactamente hasta la ropa que tenía, como su pelo caía por sus hombros y como su mirada estaba perdida en la nada hasta que encontró la mía y no la retiró ni un segundo hasta que de un momento a otro, mi novio tiraba de mi mano para presentármela.

En ese momento no recuerdo con mucho detalle lo que sentí, pero sí recuerdo tres cosas, y la primera es que si su mirada me atrapó al verla llegar, no era nada comparado con lo que vi en esos ojos verdes que me miraban sorprendidos con la misma intensidad con la que yo los miraba. Su olor, recuerdo que olía a vainilla, a chicle de menta mezclado con la cereza de su labial y como casi se le resbala el móvil de su mano cuando en vez de tenderle la mía, me acerque a darle dos besos. Ya está, eso fue todo, no necesité nada más para sentir un cosquilleo.

Pero os voy a contar esta historia como es.

Hablemos de Tommy, mi novio en aquel momento. Tommy era... especial por decirlo de alguna forma. Lo conocí a l las pocas semanas de llegar a la ciudad. Hacía practicas justo frente a la cafetería en  que yo trabajaba y todas las tardes, cuando empezaba mi turno, pasaba por allí, un día me invitó a salir y el resto es historia.

Precisamente mi historia con Tommy no es del todo normal. Nos conocimos en un momento donde yo estaba conociéndome y explorando mi independencia. No sé, conocí a muchos chicos y jugué a que me enamoraba sin hacerlo. A veces hasta me lo creí pero después me daba cuenta que aún no había llegado ¨mi persona¨. No sé si Tommy era mi persona pero sé que en ese momento era la mejor con la que podía compartir mi tiempo.

Os preguntareis por que parece que estoy haciendo el cuento de la cebolla, desglosándolo todo en mil capas y es que tengo que explicaros por qué mi relación con Tommy no era del todo ¨normal¨.

Para hacer la historia corta, Tommy y yo no eramos la típica pareja convencional y monogama. Yo no sabía que se podía ser tan libre hasta que lo conocí, aportaba demasiadas cosas buenas a mi vida, de un momento a otro la llama se nos fue apagando y no supimos hacer algo más inteligente que abrir nuestra relación, que ojo dicho con tanta frialdad puede sonar mal pero necesito relativizarlo para contaros la parte que os interesa. Abrir la relación no fue algo fácil, ambos tuvimos que hacer un gran trabajo de introspección para no caer en la locura, pero que os puedo decir, el morbo, la adrenalina y sobretodo, el buen sexo que teníamos después de conocer a alguien nos llevo a tener la relación que tenemos a día de hoy. Tommy salia esporádicamente con alguna chica y yo con algún chico, puede parecer horrible lo que hacíamos pero no le hacíamos daño a nadie. Vivimos con esta dinamica unos meses, unos meses que fueron bastante locos y desenfrenados pero ¡qué gusto esos meses!

Tommy hizo una entrevista de trabajo en NY y estábamos esperando respuesta, cuando supimos que fue positiva, no nos quedo otra que enfrentarnos a ¨la conversación¨y decidimos que una relación a distancia no era una opción, la idea de mudarme no me pasaba por la cabeza y la de que el se quedase ni siquiera era una opción. Entonces no nos quedó otra que aceptar que era el momento de que se acabara esta dinámica. Pero hay un pequeño detalle que no os he contado.