𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 18 - 𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜

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Chigiri se miró al espejo una vez más, ajustando la bufanda alrededor de su cuello. Era su tercera cita de aniversario con Kunigami, y quería que todo fuera perfecto. Cada detalle contaba, desde su atuendo hasta lo que harían para celebrar. La bufanda roja, un regalo de Kunigami del primer aniversario, le recordaba lo lejos que habían llegado juntos.

Cuando llegó al lugar de encuentro, vio a Kunigami esperándolo. Su sonrisa amplia y cálida lo hizo sentir mariposas en el estómago, como siempre. Kunigami siempre había tenido ese efecto en él.

—Hola, Hyoma —dijo Kunigami, extendiendo una mano—. Estás increíble como siempre.

Chigiri sonrió, sintiendo sus mejillas ruborizarse. —Gracias, tú también te ves genial.

La tarde transcurrió de manera perfecta. Pasearon por la orilla del mar, riendo y recordando anécdotas de sus tres años juntos. Cada vez que sus manos se tocaban, Chigiri sentía una conexión profunda y sincera.

Después de pasar una tarde maravillosa, iban de regreso a la casa de Chigiri. La noche estaba fresca y tranquila, y la conversación fluía con naturalidad. Hablaron de sus sueños y de los planes para el futuro, sintiéndose más cerca el uno del otro con cada palabra compartida.

Al llegar a la puerta de la casa de Chigiri, se detuvieron. Chigiri miró a Kunigami a los ojos, esos ojos llenos de cariño y dedicación.

—Gracias por todo —dijo Chigiri, su voz suave pero llena de emoción—. Estos tres años han sido los mejores de mi vida.

Kunigami sonrió, acercándose un poco más. —El sentimiento es mutuo, Hyoma. Te amo.

Chigiri sintió su corazón acelerarse y, sin dudarlo, se acercó para darle un beso. Fue un beso tierno, lleno de promesas y de amor. Cuando se separaron, ambos sonreían.

—Vamos adentro —dijo Chigiri, abriendo la puerta—. Hay algo que quiero mostrarte.

Entraron a la casa, y Chigiri llevó a Kunigami al salón, donde había preparado una pequeña sorpresa: una cena especial, con sus platos favoritos y una mesa decorada con velas.

Kunigami miró alrededor, impresionado. —Esto es increíble, Hyoma. Gracias.

Chigiri sonrió, satisfecho de ver la alegría en el rostro de Kunigami. —Quería que esta noche fuera especial. Como tú lo eres para mí.

Se sentaron a la mesa, disfrutando de la comida y de la compañía. La noche continuó con risas, conversaciones y recuerdos compartidos, consolidando aún más su amor y compromiso.

Cuando terminaron de cenar, ambos estaban sentados en el sofá mientras se abrazaban.

—Fue una noche perfecta —dijo Chigiri.

—Me alegro que te haya gustado y que hayas disfrutado de nuestro día —le dijo y le dio un suave beso, el cuál subió un poco de intensidad y Kunigami puso su mano sobre la perfecta y delgada cintura de Chigiri.

El menor se separó de aquel beso y miro al contrario a los ojos.

—Lo siento, Kunigami. Todavía no estoy listo.

—No te preocupes —acarició su mejilla—. Te dije que lo haríamos hasta que estés seguro y pienso cumplir mi promesa, quiero que los dos lo difrutemos y que estés totalmente seguro. Esperaré lo que sea necesario.

—Muchas gracias —le dio un suave beso y sonrió.

Kunigami lo acuno entre sus brazos y se quedaron profundamente dormidos mientras seguían juntos.

Los días para la feliz pareja pasaron con tranquilidad para ambos. Hasta que Kunigami comenzó a actuar un poco distinto a como había sido hasta ahora.

𝐇𝐞𝐫𝐨 𝐀𝐧𝐝 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 |Kunigiri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora