𝐇𝐞𝐫𝐨 𝐀𝐧𝐝 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 |Kunigiri|

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 13 - 𝐼𝑛𝑣𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛

Un par de horas más tarde ya todos los empleados se encontraban saliendo de la Oficina, ya que Reo les había dado oportunidad de irse antes para ir al restaurante de Kaiser.

—Iré a recoger a Nagi, nos vemos más tarde en el restaurante, chicos —dijo Reo y después subió a su auto para irse.

—Anda, vámonos.

—Oye, Kunigami, no hace falta que me lleves, no quiero molestar, yo puedo irme en un taxi —dijo el peli rojo.

—Deja de hablar y sube al auto —dijo y subió a su propio auto.

—Esta bien —dijo y también subió.

Kunigami conducía el auto en un total silencio, un silencio que poco a poco se fue haciendo incómodo. Chigiri miraba de reojo al peli naranja y se quedaba perdido al observarlo, debía aceptar que Kunigami ahora que era había crecido se había vuelto mucho más atractivo de lo que era.

—¿Sucede algo? —dijo sin despegar la mirada del frente.

—¿Eh? No, no pasa nada.

—¿Entonces por qué me miras tanto?

—Para nada.

Chigiri desvío la mirada apenado por lo anterior y el resto del camino continuaron en ese silencio de antes.

Después de unos minutos de viaje finalmente llegaron a ese lujoso restaurante.

—¿Es aquí? —pregunta mientras baja del auto.

—Aquí me trajo la dirección que nos dio Reo.

—Hyoma —dijo el alemán—. Que bueno verte aquí.

—Kaiser, te prometí que estaría aquí.

El alemán miraba atentamente a Chigiri y de repente miro al peli naranja que lo acompañaba, ambos cruzaron miradas y hubo un momento de tensión mientras ambos se veían, pero ese momento fue interrumpido por Reo quien iba llegando junto con su novio.

—Ya estamos aquí —dijo el peli morado.

—Que bueno verlos a todos, les agradezco que hayan venido a la inauguración de mi restaurante, estaré muy feliz de compartir este momento con ustedes —dijo con una sonrisa—. Por favor entren y tomen asiento.

Los chicos entraron y fueron a sentarse hacia donde el Alemán les indicó. Después de unos minutos los demás empleados de la corporación Mikage comenzaron a llegar y todos se unían a la mesa donde estaban los demás.

—Sean todos bienvenidos —dijo Kaiser—. Estoy feliz de que hayan venido a la inauguración de mi restaurante, así que como son los primeros en estar aquí y son empleados de la Corporación de Reo, pueden comer y tomar lo que gusten, la casa invita —terminó de hablar y miro al peli rojo.

Todos disfrutaban del lugar, comían y bebían al mismo tiempo que conversaban de cualquier cosa. Para Reo era algo increíble saber que sus empleados podían llevarse bien aún fuera del trabajo.

—¿Están disfrutando el lugar? —preguntó Kaiser mientras se acerca a ellos.

—Si, es un bonito lugar, Kaiser, muchas felicidades por tu restaurante nuevo —le dijo el peli rojo.

—Me alegro que te guste el lugar, eres bienvenido cuando quieras —le dijo.

—Kaiser, ¿puedes venir un momento? te necesitamos —dijo una mujer.

—Claro ahora voy —dijo y fue hacia donde lo llamaron.

—Disfrutemos la noche, chicos —dijo Reo.