Me llamo Nicolás. Nací un 27 de noviembre, soy bastante joven, pero no voy a decir mi año de nacimiento (es que me da pereza). No crecí en un buen entorno para un niño pequeño, nunca veía a mi madre en casa, la cual trabajaba mucho y mi padre nunca lo conocí porque cuando tuve 5 años se fue de la casa porque había tenido una aventura, la verdad nunca me afecto su ida nunca tuve buena relación con él. Cuando comencé a ir a la escuela todo fue más mal, todos se burlaban por no tener padre y por cosas que me gustaban. Estaba bastante solo, pero tenía una amiga llamada Mía, ella era con la persona que más me entendía y con la que más hablaba de las cosas que siempre me pasaban. Ella también le hacían burla porque su forma física y por sus gustos, ella era la más alta de la clase y era grande y rellenita y por eso se burlaban de ella, pero en verdad su cara, sus hermosos ojos grises y su pelo rizado de color castaño... Para mí ella era hermosísima. Y además teníamos gustos iguales menos que a ella no le gustaba el futbol. Pasaron los años, nos volvimos inseparables, a veces nos peleábamos, pero siempre volvíamos a ser los mismos. Hasta que cuando llegamos a cuarto de secundaria, ella tenía 15 y yo acababa de cumplir los 16, sabía que ella últimamente no lo estaba pasando bastante mal en casa, pero ella seguía feliz.
18 de noviembre
Me acuerdo de que ese día hacía frío, demasiado, cosa que me encantaba. Mientras iba hacia el instituto, yo siempre pasaba al lado de un callejón donde allí Mía y yo nos reuníamos para ir al instituto. Ese día justo había llegado bastante temprano cuando llegue al callejón olí un olor nauseabundo. Mire hacia dentro del callejo donde había contenedores de basuras industriales y el olor venía de ahí dentro. Me extraño un poco porque nunca había hecho ese olor antes, pero cuando mire bien en los contenedores vi como una mano pálida, como un papel se asomaba. Me quede aterrorizado. Me acerqué para ver si de verdad era una mano real o solo de plástico. Me acerca con miedo y levante la tapa del contenedor presenciando la peor imagen que podría haber con 16 años. Vi el cuerpo sin vida de Mía. Me quede de, piedra mirando su cara pálida y sin expresión con una herida de bala en todo el abdomen. Me comencé a pellizcar para ver si era una pesadilla, pero no fue así. Me fui de ese lugar aun sin creer y fui a la policía. Le expliqué todo lo que paso, pero algunos me tomaron por loco, pero gracias a dios algunos me creyeron y fueron conmigo y afectivamente sí que era un cadáver de verdad. Me llevaron a comisaría para que explique como encontré, pero no me salían las palabras de la boca. Siempre recordaré ese día como el peor de mi vida.
Han pasado... Ni puta idea de cuantos años han pasado, pero todos me han parecido una tortura. Nunca pude superar la muerte de Mía ni encontrarme su cadáver hay tirado, incluso aún ya después de tantos años tenía pesadillas con eso. Al final todos mis sueños se desvanecieron como ella lo hizo, solo tenía una cosa en la cabeza, encontrar al mal parido que la mato y hacerle lo mismo que le hizo a ella. Me empeñé tanto en encontrar a esa persona que comencé a estudiar criminología, aunque mi verdadero sueño de mi trabajo fuera ser futbolista, no lo hice y estudie. Me gradué y comencé a trabajar en la policía, pero en poco me hice una agencia de detectives para así poder investigar yo mismo el asesinato. La gente comenzó a llegar a mi agencia y me volví popular, por así decirlo, en mi ciudad. Era bueno en mi trabajo y la policía algunas veces me contactaba para que trabajara con ellos. Hace tres años más o menos la policía me contacto para trabajar con ellos para "controlar" por así decirlo, la mafia que se extendía por todo el país. Hay cuatro grandes pilares en la mafia de mi país, La jefa del sud nombrada como "Ballonetta", El jefe del Este conocido como "El sanguinario", El jefe del Oeste llamado "Mikhali" y la Jefa del norte "La Gueparda". No se sabe el origen de los nombres. Pero hay alguien más poderoso que los cuatro pilares y el más poderoso que ni el presidente le puede llegar a la punta de los pies. No se conoce ni el nombre y hace poco ese gran jefe murió y ahora estarán buscando un remplazo para él. Desde el cuartel general de la policía nos mandaron a vigilar y tal vez descubrir quién era la persona quien manejaba las cosas. Yo vivo en el norte, así que debía investigar a la jefa "la Gueparda". Me asignaron con un grupo de policías y nos pusieron a investigar. Durante tres años estuvimos investigando y no encontramos nada. Mis compañeros no eran malos y además eran buenas personas y cree como un tipo de amistad con ellas.
28 de julio
Fue hace unos meses lo que voy a explicar ahora. Hacía calor, demasiada calor. Estábamos yo y mi grupo de investigación vigilando a un sospechoso que hacía unas semanas que investigábamos. Le estábamos siguiendo hasta que miro hacia donde estábamos y no saludo con la mano. Nos desconcertó a todos y nos lo quedamos viendo. De repente se puso a correr
-Voy detrás de ella- dije a mis compañeros y me puse a correr detrás del sospechoso.Estuvo corriendo durante unos minutos hasta que se metió por un callejón y le seguí siguiendo cada vez más cerca. En un momento el sospechoso se queda quieto mirando la pared que tenía en frente, no había salida. Rápidamente, saque la pistola apuntándolo.
-¡Las manos arriba ahora mismo!- Grite a aquel individuoEsa persona levantó los brazos hacia el cielo y se giró mirando me. Me acerqué y él hizo un movimiento brusco hacia el sombrero negro de compa que tenía. Rápidamente, apunta al sombrero y pegue un tiro. El sombrero negro callo al suelo y desde su cabeza cayeron unos hermosos rizos marrones oscuros. No le vi la cara porque unas gafas oscuras tapándole la cara entera.
-Bueno, bueno, bueno... Parece que me ha atrapado, señor detective...- Dijo ella con una sonrisa en su rostro.
Me quede callado y me acerque a ella soltando el discurso de siempre cuanto se arrestan a alguien.
-No hace falta que me repita las mismas cosas que siempre me dicen Nicolás- Deje de hablar al escuchar como aquella mujer me nombraba mi nombre y la mire con los ojos muy abiertos. Ella se río al verme así.
-¿Qué pasa Nico? ¿No te gusta que te llame así?- Me quede en shock escuchando sus palabras
-¿Quién coño eres...?- Dije con un tono de voz seco.
-Una persona que te conoce desde demasiado tiempo, cielo...- Digo riéndose u poco
-¿En serio no me reconoces? ¿No reconoces ni a tu propia mejor amiga?-
Al escuchar aquellas palabras se me congelo todo el cuerpo. Me quede quieto y bajé el arma, ella al verme así, bajo las manos y se me acerco y se rio un poco de mí.
-vaya cara que se te ha quedado amigo mío- No dije nada. Su voz, su forma de hablar, sus expresiones... Me recordaban a Mía... Pero ella murió... ¿No?
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¿El detective?
Roman pour AdolescentsNicolás, un joven detective que trabaja con la policía por culpa de un asesinato del pasado, se ve involucrado en la mafia del país donde vive. Mientras investigaba a un sospechoso, el asesinato del pasado vuelve a aparecer, recordando así a su amig...