Quizás lo que me tiene encarcelado sea una dulce ilusión, un breve paseo por las tierras del placer cuando no estoy matando gente en mi imaginación.
La dulce Voz de Julieta es a mi parecer el sonido más delicioso que un hombre pueda escuchar (la imagino gemir en mi cabeza después de hacernos el amor y me diga que está locamente enamorada de mí).
Ella también está encarcelada, atada a su escritorio. Si ella no tiene deseos de matar a nadie es porque de la basura me encargo yo: clientes, asquerosos clientes.
Es una persona muy calmada. La veo pasar y es gentil conmigo cuando pasa por el café. Verla ponerse de pie es un manjar que no puedo evitar. Tiene un bonito cuerpo y de todo ese cuerpo lo más bonito es su trasero. La veo como la princesa Leya. Cuando está distraída levanto un brazo y extiendo la palma: quisiera tener el poder de la fuerza y traer ese culito a reposar aquí.
Pero lo único que he conseguido es mojarme los pantalones con el café hirviendo. Tuvieron que llevarme a la enfermería y me aplicaron unas gasas muy cerca de los testículos.
(todo sucedió en medio de un mar de risas)
Por el accidente ella empezó a notarme y a mirarme con ternura cada vez que me ve pasar.
Al día siguiente tuve que acudir a trabajar con una especie de arnés a la cadera; acolchada por dentro y por fuera no tenía quemados los testículos, tenía quemadas las ingles. El médico había recomendado que descanse dos o tres días, pero el malvado de mi jefe no lo permitió, me dijo que pusiera "la camiseta de la compañía" y que mi trabajo no lo haría nadie más, que solo yo soy el indicado, sé tratar bien a los clientes... Y bla, bla, bla...
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Extrusión Y Otros Cuentos
Short StoryExtrusión es un libro de cuentos escrito a manera de ser un solo relato, pero cada historia corta termina con un personaje y la continua narrando otro completamente ajeno a la primera