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Cada cumpleaños, pedimos un deseo antes de apagar las velas, pero, ¿qué pasaría si estos deseos se hicieran realidad?

Katsuki, sin fuerzas, realizó que nada en su vida le agradaba y la muerte nunca fue una salida tranquila, era gélida y solitaria, inquietante. La última chispa en su palma fue apagada por un suave soplido antes de que todo se volviera totalmente negro.

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Katsuki entró a la solitaria bodega, un edificio en el cual se notó bastante actividad sospechosa sobre un grupo criminal que estuvo investigando hace un tiempo, un punto de reunión lo suficientemente constante como para tener alguna evidencia de aquel grupo, solo necesitaba una prueba, una, y podría detener a cada maldito involucrado en este tráfico de súper niños.

Siempre sucedía que los hijos tenían quirks más poderosos que los de los mismos padres, para este punto encontrar a algún niño menor a quince años quirkless es totalmente imposible, debido a esto, han surgido múltiples mezclas de quirks fascinantes, demasiado para el propio bien de los portadores, sobre todo siendo niños, un cuerpo tan débil no es capaz de soportar tanto, y en ese jodido argumento se esconden los asquerosos rufianes que venden niños en el bajo mundo por un precio exorbitante, con vender a un solo niño, una persona podría jubilarse a los veinte y nunca necesitar más dinero, era muy jodido porque los niños sufrían muchos procesos para sobreexplotar sus poderes. A eso se dedica la banda que el gran héroe no. 2 en el ranking, Dynamight, estaba investigando y de la cual investigaba uno de sus puntos de reunión, al fin podría dejar de dormir en su jodida oficina y volver a su departamento, aunque se sentía como un hogar tanto como lo puede sentirse una oficina sucia.

Fue mala idea entrar ahí.

La cantidad de movimiento de la bodega indicaba ser un punto aislado del grupo, pero no, era la jodida base principal. Ahora debe huir de un montón de extras que, aunque vencería con facilidad, le darían dolor de cabeza. El lugar tenia demasiada reverberación para siquiera usar su quirk, ya usaba un audífono en su oreja derecha, no quería joderse más en este punto.

Hah, como si alguna vez hubiera tenido las ganas de llegar a viejo.

Escuchó un estallido sordo, que le dio una molesta retroalimentación en su audífono, luego, un dolor punzante en su hombro, genial, una bala. Se giró y dejó una de sus pequeñas bombas del cinturón, no era muy potente, pero le daría suficiente tiempo para escapar.

Esa bodega parecía un jodido laberinto, su memoria no daba para más, giró en una esquina y se encontró con un tipo alto y esbelto, bastante pálido. El tipo estaba congelando las ventilaciones, con razón no sentía tanto sudor a pesar de correr tanto, el maldito le tendió una trampa, estaba acorralado así que tendría que luchar, jodidamente bien.

-¿Por qué no te rindes de una vez, Dynamight? Sin tu brazo dominante, solo es cuestión de tiempo para que pierdas

-preferiría morir antes que hacer eso, estúpido- levantó ambas manos, su hombro herido le rogaba que lo dejara abajo, pero no se dejaría vencer, no sin dar pelea. Plantó su puño cerrado frente a su palma derecha abierta, lanzando bombas en forma de bala, derritiendo fácilmente muchas piezas de hielo alrededor de ambos, tenía apresurarse, pero el misterioso hombre era demasiado escurridizo.

Este plan estaba saliendo jodidamente mal, pensó que debería irse, en todo lo que recorrió, no vio algo contundente, eso lo frustraba en sobremanera. Salió con un hombro herido sin ninguna retribución. Cegó al tipo del hielo mientras lo rodeaba, corriendo al pasillo tras este, cuando vio algo que lo detuvo.

Birthday WishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora