sleep

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-¿René? Vaya que coincidencia, se llaman igual

El joven rubio se había quedado en shock por un par de segundos, sus ojos se abrieron más de lo normal y ahora lo que era curiosidad se había transformado en ansiedad que trataba de disimular

No quería creer que se trataba de la misma persona, había varios que tenían ese nombre, podía tratarse de alguien más ¿Cierto?

Le sonrió a la joven que claramente sabía que se trataba del mismo sujeto y que estaba ahora en un dilema, pero aferrándose a sus ideales, creía que era mejor ser sincera con él

-no se trata de eso Mateo... El chico que me... El chico que me gusta es René... El mesero de la cafeteria "sweet Home"

El ambiente era cada vez más pesado, un fuerte aroma a duraznos en estado de putrefacción comenzó a inundar la casa, el aroma era tan sofocante para la Omega que estaba tratando de respirar y conseguir un poco de oxígeno

Por otro lado el joven estaba a nada de estallar y solo bastaría con mirar a la chica un poco más para comenzar su ataque de ira

Se abalanzó sobre ella y la sujetó de los hombros sacudiendola rudamente mientras gritaba a escasos centímetros de su rostro

- ¿Como te atreves?! Él está enamorado de mi, ¿por qué eres una gata rompe hogares? ¿Es por qué te rechace? ¿Acaso tu venganza es quitarme a quien yo amo?

La joven entre asustada y aturdida comenzó a dar algunos quejidos y sollozos, se supone que ni siquiera debía caminar por mucho tiempo, siendo sacudida de ese modo, como esa de esperar, la herida se abrió y comenzó a sangrar, dolía mucho, pero peor aún, esyaba siendo sofocada por esas feromonas que le robaban el aliento

-Mateo... N-no es c-como crees...

Un mareo muy fuerte estaba atacando, los gritos del rubio no le dejaban concentrarse en algo, ¿podía siquiera decir algo? De un segundo a otro, la joven cayó inconsciente en el sofá mientras una enfermera entraba en el lugar demostrando gran preocupación y gritando al rubio que soltará a su paciente

Todo era un desastre y el rubio lo sabía, tanto así, que no objetó nada cuando la enfermera lo echó de la casa, una vez que el rubio se fue, la enfermera abrio todas las ventanas para que el viento hiciera su trabajo y despejará todas las feromonas tan intensas que el rubio dejó tras su ataque

Con todo eso, lo peor ya estaba aconteciendo, la tez de la Omega era mucho más pálida, la herida de nuevo sangraba y sus brazos estaban completamente mallugados, la enfermera poniendo cartas en acción, con mucho cuidado, cargo a la señorita, sorprendiendose en gran manera de lo liviana que era, la devolvió a su habitación y en ese lugar, comenzó a limpiar la herida, la suturó y vendó de nuevo, despues salió para dejarla descansar un poco

Aunque no era su trabajo, la enfermera comenzó a recoger el gran desastre de la sala, comenzó a recojer los trozos de porcelana rotos, las migajas de galletas, limpio el te derramado, dejo el lugar impecable aunque eso no le causaba satisfacción como en otras ocasiones, sino que traía a su memoria el gran alboroto de esa tarde, por lo que prefirió ir a la habitación de la señorita y cuidarla mientras fuera crítico

Los días comenzaron a pasar, lo que la enfermera creyó fue solo un desmayo, se prolongó un día entero, dos días, tres días, estaban cerca del sexto dia y la joven aun no despertaba

Después del segundo día, la enfermera se preocupó y llamo el médico, mismo que llegó a la casa y examinó a la Omega, dando como diagnóstico que debido a un fuerte trauma había quedado inconsciente por algunos días y que no sabían cuánto tiempo permanecería así por lo que, lo mejor, era comenzar a tratarla como a un paciente en coma, pues estaba cerca de ello si no despertaba en dos semanas

Todos los días la enfermera ansiaba que Jeannette despertara, cuidaba la casa y su jardín como si se tratara de algún familiar, se preocupaba genuinamente por la mujer que contrató y que no había hecho nada más que ser amable y srenta con ella, por tal motivo se sentia en deuda y que siendo la cuidsdora, podría demostrar su gratitud

Por otro lado, René en la cafetería no veía la hora para que llegara el permiso que había pedido y en el que había planeado ir a visitar a aquella pequeña encantadora que le había rodado el corazón, no podía dejar de pensar en ella o su sonrisa, por su estado de salud, su recuperación, todo; simplemente había cedido a sus sentimientos y les había dado el control

Una vez el día llegó, el de ojos violetas preparó todo, llevaba consigo una rebanada de pastel de piña sabiendo que era el favorito de Jeannette

Durante el trayecto de la cafeteria a la casa en qué vivía la joven, René había manejado con extrema precaución, no por el sino por el pastel

Cuando llegó a la casa tocó el timbre como en la ocasión anterior, y como era de esperar, lo recibió la enfermera aunque, está ocasión se quedó algo confundido ya que la enfermera no anuncio su visita

-disculpe, ¿está todo bien?

La enfermera, de manera desolada, negó suavemente y eso encendió todas las alarmas en René, tal vez ella estaba de nuevo en el hospital... Tenía que ser eso ya que, ella no había salido de su habitación, sin pensarlo demasiado, el joven se disponia a la salida, llevaba la llave de la moto, la sujetaba ansiosamente hasta que la enfermera, pudo hablarle al alpha

-la señorita está en su habitación... Pero no sé encuentra en buen estado

La enfermera, no confiaba en el pelinegro debido a la escena que había visto apenas menos de una semana

Solo hasta que vio como el quería ir con la Omega, pudo hablar y llevarlo a la habitación y despues, por respeto, retirase, René miro la cama y en ella se podía encontrar a la chica, en el centro de la cama, se la notaba más pálida, sus manos estaban tan delgados, en ellos se notaban las marcas de los pinchazos y aún algunos moretones

René quedó destrozado al ver el panorama, se acercó a la cama y acaricio de la forma más delicada posible una de las mejillas de la chica, su corazón se estrujaba ante la mala salud de la menor

Una vez el mayor sintió su corazón estrujarse, tomó fuerzas de flaqueza y se sentó a su lado, acariciando su mejilla y susurraba palabras cariñosas al oído de la chica, sintiendose seguro y conociendo que la Omega era a quien amaba, el mayor comenzó a dispersar feromonas

Mismas que la joven percibio, su semblante mejoro un poco pues ahora no tenía en ella una expresión triste

René tomaba su mano y esperaba a que ella despertara

Dentro de ella, en su consciencia, dónde Jeannette y su Omega jugaban juntos, lograron percibir ese delicioso aroma a Romero

Con aquel aroma presente, la joven que se negaba a despertar, abrió lentamente los ojos encontrándose con una escena que hizo que todos los colores subieran a su rostro

Sentía en sus labios el suave roce de los labios del contrario, muy a lo "bella durmiente" solo que esa no era la intención del mayor, el quería robar un beso furtivo, sin que ella se diera cuenta, quería probar de nuevo, el dulce sabor de sus labios, Pero no esperaba ser atrapado en su travesura

Para suerte suya la mujer no lo apartó sino contrario a ello, sonrió y correspondio el beso convirtiéndolo ya no solo en una suave caricia sino, un beso tierno

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⏰ Última actualización: May 14 ⏰

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