Rises the moon

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Sentado sobre la arena, con lágrimas empapando su rostro.

Llorando por el rechazo de Superman, quien esperaba se comportara como su padre.

Superboy o su nombre humano, Conner, limpiaba sus lágrimas con los puños cerrados.

Había sido un largo día, estaba harto del sol, quería que su momento favorito llegara con desesperación.

Sintió que se quebraba, y dejo que la oscuridad a su alrededor lo consolara, sentía que todo estaba mal en su vida, todo estaba cambiando, sus sentimientos, su entorno, su vida... solo una cosa no había cambiado desde que la young justice lo había rescatado de esa cápsula.

El surgimiento de la luna.

La luna, era la cosa más hermosa que el alguna vez había visto, su blanca luz resplandecía en sus ojos, y su intensidad le generaba calidez.

La luna... la luna, blanca, grande, brillante, hermosa.

Justo frente a sus ojos, naciendo, emergiendo, solo para él...

¿Por qué alguien como él estaría tan obsesionado con el hermoso satélite?

Tal vez por que le recordaba a él.

Kaldur'ahm... El hombre que le mostró la luna.

La persona que ama.

Kaldur le dió todo lo que el alguna vez quiso, libertad, protección apoyo, cariño.

Tal vez la luna le importaba tanto, por que precisamente le recordaba a Kal.

Su cabello blanco como la luna, sus ojos azules tan brillantes como la luz lunar, y el brillo que emanaba, tan intenso y reconfortante.

Recordar su imagen lo hizo sonreír y limpio la ultima lágrima pasando su mano levemente por su rostro.

La luna esta arriba, todo estará bien. Se permitió cerrar sus ojos solo por un momento.

Respira, respira, respira...

-

Escucho un toque en su puerta, dijo "Pase." tan suavemente que jura que la persona tras la puerta no fue capaz de escucharlo, y una parte de el desea que así fuera.

Aún así escucha la puerta abrirse y cerrarse con delicadeza.

No voltea, ni se mueve, ni un solo milímetro, no hasta sentir el otro lado de la cama hundirse,

Voltea la cabeza lentamente y trata de no lucir sorprendido cuando ve a Aqualad a su lado con una sonrisa amigable.

"Te vi desconectado hoy." dice levemente el hombre a su lado.

"Recuerdos, ¿de nuevo?." Mencionó el moreno.

"Memorias..." contesto Conner levemente "No tengo idea de que hacer o que decir, las voces en mi cabeza me atormentan, como si aún existiera alguien controlándome." admitió a suspiros, mientras Kaldur, el único en el que confiaba completamente lo escuchaba atentamente.

"Además esta chica, Megan o como se llame, metiéndose en mi cabeza, solo me hace sentir peor." dijo refunfuñando.

Kaldur soltó una risilla que le hizo contener la respiración.

"¿M'gann? Ella solo trata de ayudar, aunque en realidad no sepa como, ¿Sabes? creo que le gustas." hablo casualmente el chico a su lado.

"¿Gustarle? No quiero gustarle a ella, quiero gustarte a ti." o eso sería lo que habría dicho si fuera  un poco más valiente, sin embargo solo se limito a volver a voltearse de nuevo, dandole la espalda a Aqualad, observando la luna por la ventana.

"El otoño llegara pronto, no se el porqué, pero tengo la gran impresión de que te gustará esa estación." dijo Kaldur mientras se recostaba completamente en su cama.

Siguió hablando al no tener respuesta de Conner "Oscurece más temprano." Conner jadeo y se volteo rápidamente, sus miradas chocaron, azul contra verde bajo la luz lunar.

"¿Quieres decir qué...." no termino de formular su pregunta cuando Kaldur lo interrumpió.

"Si, la luna sale más temprano."

Conner sonrió abiertamente y no dudo en abalanzarse sobre Kaldur "¡Suena maravilloso!" dijo riendo sobre él.

Todo se congelo al percatarse de la posición en la que estaban, aún así, ninguno se movió

Tal vez Conner se tensó un poco cuando Kaldur colocó sus manos en su cintura, pero se relajó al instante.

"Se cuanto te gusta la luna." susurró en su oído.

"Me recuerda a ti..." confesó Conner avergonzado "Y tienes razón, me gusta mucho la luna."

No sabía que era capaz de sonrojarse, pero vaya que lo era, Kaldur se sentó y por lo tanto Conner quedó sentado a horcajadas sobre el "¿Qué significa eso?." preguntó suavemente, mientras acariciaba el cabello de Superboy, tratando de transmitirle paz.

Conner bajo la cabeza avergonzado, pero Kaldur tomó su mentón, obligándole a mirarlo "Me gusta mucho la luna... porque me recuerda a ti."

"¿Y por qué te recuerda a mi?." con duda paso un cabello detrás de la oreja de Conner.

¿Tendrá él el suficiente valor como para admitirlo? Le estaba permitiendo estar a horcajadas sobre él, además Kaldur siempre es comprensivo y amable, si se declarara, no podría ser tan malo, ¿no? "Por que me gusta mucho, igual que tú..."

No tuvo tiempo ni de reaccionar, cuando se dio cuenta, tenía unos suaves labios rozando los suyos, ese roce se convirtió en un dulce beso, cargado de inocencia y sentimientos.

Al separarse, Conner abrió sus ojos lentamente y contempló el rostro de Kaldur'ahm

"¿Desde cuando? y ¿Por qué no me habías dicho?." preguntó el mayor.

"Desde la primera vez que conocí la luna." susurró tan bajito que a Aqualad le costó escucharlo.

"Pero... eso fue... el día que nos conocimos." comenzó Kaldur, pero ambos terminaron diciendo las últimas palabras.

"Me salvaste, me animaste y me apoyaste, me mostraste la luna, como no iba a caer enamorado?." dijo Conner avergonzado, escondiendo su rostro entre sus manos.

Kaldur rió "Debiste haberme dicho antes."

"No sabía como, ni si quiera sabía como reaccionarías, digo, vamos mirate, eres tan... perfecto. Yo soy impulsivo e inmaduro, ni si quiera se como..." empezó a justificar Conner pero no dijo mucho para cuando Kaldur lo interrumpió.

"No digas eso de ti, eres maduro considerando las situaciones por las que te toco pasar, solo hace falta trabajar un poco más en el manejo de las emociones, pero mejorarás, todo estará bien, yo estaré contigo."

Conner Kent, Superboy,  como se llamará, en ese momento no recordaba ni su propio nombre, pero sintió que se derretía en los brazos ajenos, así que se puso blandito, y dejo caer todo su peso sobre Kaldur, apoyó su cabeza en su pecho, mirando hacia la ventana, admirando la luna, mientras escuchaba las dulces palabras.

"La luna también, todas las cosas pueden cambiar, pero al final del día, ahí estará, el surgimiento de la luna, así que respira, respira, respira.".

No era de seguir órdenes, pero hizo exactamente lo que Kaldur le indicaba, respiro profundamente, respiro hasta que sus párpados le pesaban, respiro hasta que todas sus preocupaciones salieron de su cuerpo en un suspiro, respiro hasta que dentro de los brazos de Kaldur'ahm se sintió como en casa, respiro hasta olvidarse de todo, respiro hasta quedarse dormido.

Quedarse dormido sabiendo que nada puede ser tan malo, pues el día siguiente, y el siguiente y el siguiente a ese, habrá una cosa que nunca cambiará...

El surgimiento de la luna.

Moon (En español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora