2. Capítulo

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—Frederick Cherenkov. Un placer—.

No me preocupé por devolver el saludo. Ya que se enderezó y fué de nuevo al escritorio buscando algo en los cajones.

Era un hombre joven, no le calculo más de veintinueve o quizás menos. Tenía cabello castaño muy claro, piel clara, no muy impresionante, lo que llamó mi atención fue el color de sus ojos, eran de color distinto, uno de un verde suave y el otro de un azul casi tirando al gris. Eso sí me impresionó.

Usaba un traje gris oscuro y una corbata azul marino. Detuvo su búsqueda en algún cajón, supongo que encontró lo que quería.

—¿Eres muda acaso?—.

Deje mi inspección y me concentré en lo que diría.

Vi el disgusto en su rostro al no obtener respuesta.

—¿Tienes un nombre siquiera? ¿Algo que no sea "pago"?— estiró sus manos un poco en mi dirección instando a qué dijera algo.

—Carmen— solo mencioné mi nombre —Para nada es un placer—.

—Carmen eh—

—¿Que es exactamente lo que mi padre te debe?— Si me van a tener aquí al menos quiero saber porque mi padre les debía.

—¿No te enseñaron modales niña?— Volvió a posar su rostro sobre sus manos cruzadas mirándome seriamente —Debes dirigirte a mí como usted o señor, o tengo que enseñarte modales—.

Lo que me faltaba.

—No necesito que mi presunto nuevo jefe me enseñe como hablar—.

¿Y este que se cree? ¿El rey de España?

Dejé mis pensamientos de lado cuando escuché su leve risa burlona hacia mí. ¿Que dije? Ni que fuera payaso.

Después de unos segundos de su odiosa risa de tipo millonario volvió a dirigir sus palabras a mí.

—Yo no soy tu nuevo jefe mocosa— ¿Que?

Al notar mi duda trato de explicarse mejor.

—Solo soy la persona que ver si el nuevo juguete está en buenas condiciones o si es el pago correcto—.

—¡¿Juguete?!—.

El muy desgraciado volvió a reírse, lo voy a matar, lo voy a asesinar mientras duerme.

—Si niña..—.

—Carmen—.

Rodó los ojos y continúo.

—Carmen. Tu querido papito debía mucho dinero y la vida de muchos de nuestro personal, así que él decidió negociar con mi superior— Se detuvo y pareció inspeccionarme con la mirada sería —No puedo revelarte completamente el acuerdo, tan solo reconocer lo que probablemente te hayas ideado durante el viaje hasta aqui—.

—Mira, en primera ese señor no es mi "papito" — No le gustó mi interrupción —En segunda, no me importa estar aquí de esclava siempre y cuando pueda saber que mi familia está...—.

—No tienes permitido exigir nada, estás aquí para saldar la deuda de tu padre, no para trabajar de secretaria con fines de semana libres— se levantó y caminó en mi dirección —Otra cosa. No me gusta tu altanería, si estarás trabajando para nosotros más te vale aprender a respetar niña—.

—Te repito que no soy ninguna niña—.

—Por su puesto, una niña mediana, morena y de ojos azules, te vez como cualquier chiquilla ¿Cuántos años tienes? ¿Trece?—.

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⏰ Last updated: May 17 ⏰

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