61.

423 63 4
                                    

—Ya duérmete —insisto.

Me siento incómodo al dormir con un hombre a mi lado. Pero no permitiría que Zhang Hao siguiera durmiendo en el sofá-cama del sótano, y él dijo que dormiría en el suelo si por mi culpa yo tenía que dormir en el sillón. Así que al final terminamos en un empate, aunque para mí aún es extraño. Puedo soportarlo.

Él está acostado de lado, sobre sus manos, viéndome. Yo veo al techo, con mis manos debajo de mi cabeza como si estuviera en la playa.

—No tengo sueño —contesta, su voz aún está apagado. Pero sé que está mejor.

—Inténtalo.

—Ya lo hice —dice y pongo los ojos en blanco, girando mi cabeza para verlo.

—Inténtalo mejor —le digo y rió un poco al ver que él se contiene por poner los ojos en blanco.

Giro mi cabeza de nuevo al techo, cerrando mis ojos y bajando mis brazos a mi abdomen, subiendo la cobija para cubrirme hasta el pecho. Es realmente incómodo dormir así, casi estático.

—¿Por qué no te duermes tú? —pregunta en un susurro.

—Porqué no puedo hacerlo si alguien me está observando —hablo aún con los ojos cerrados.

Porque Zhang Hao no ha dejado de observarme desde que nos acostamos.

—Perdón —se disculpa y se gira para mirar al techo—. Es que estaba viendo tu cabello, extraño el color rubio.

—¿No te gusta rojo? —pregunto, frunciendo el ceño.

—¿Hay algodón de azúcar rojo oscuro? —pregunta.

—No lo sé, creo que no.

—Entonces no —afirma y siento que se cruza de brazos.

Yo rió un poco, abriendo mis ojos y girando la cabeza para verlo.

—¿O sea que si me vuelvo a mi cabello obscuro no te va a gustar? ¿Solo por qué no hay algodón de azúcar negro?

Se lo piensa un poco y luego gira a verme, negando con la cabeza.

—No me importa lo que haya en tu cabello. Ahora sólo quiero saber lo que piensas —dice con una pequeña sonrisa.

Me alegro de volver a ver su sonrisa, ya que soy más causante de sus llantos que de sonrisas, y él tiene una sonrisa bonita.

—Zhang Hao... —quito la gracia del momento y giro mi cuerpo hacia él—. ¿En serio no tienes sueño? Te ves cansado —hablo honestamente. Sus ojos se ven adormilados y cuando le dije la idea de ir a dormir, su rostro pareció iluminarse. Lo cual se me hizo un poco extraño, ya que dormimos en la tarde.

—Estoy bien —gira su cabeza para verme—. S-Sólo un poco... Abrumado, supongo —se encoge de hombros.

Asiento con la cabeza y sonrío un poco, acostándome sobre mis manos ahora yo.

—¿Quieres que te abrace? —pregunto, recordando que cayó dormido en la oficina cuando lo abracé.

Él ríe un poco y de alguna manera extraña se arrastra hasta estar cerca de mí, con su frente pegada a mi pecho y sus brazos juntos entre nosotros. Mi barbilla está sobre su cabeza, así que paso mi brazo sobre sus costillas y finalmente cierro los ojos.

—Yo pateo cuando duermo, así que pido perdón por adelantado —aviso, dejando que mi cuerpo se relaje y comenzando a sentir mis párpados pesados.

Zhang Hao ríe un poco y se cubre hasta el cuello con la cobija. Yo dejo que el sueño me consuma y que las mil voces diciendo mil y un cosas se callen.

gym ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora