Castigo

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Narra la Creadora

Alastor: Yo se que te debo muchas explicaciones, pero que tal si te las digo mañana. Ya es hora de dormir- Dijo el castaño sin soltar al rubio mientras mirabas los bellos ojos azules del contrario.

Anthony: Agradece que no te hago dormir en el pasillo y que no voy a matar a esa pendeja- Dijo de manera altanera.

El castaño solo rio por las ocurrencias que decía el menor, el sabia que tal dulzura no seria capaz de matar a alguien o así lo pensaba. Sin esperar lo que haría el rubio.

Al día siguiente

La pareja se levantó con algo de pereza pero al menos ya era fin de semana, no harían absolutamente nada, a excepción de hacer de comer o limpia un poco el lugar pero de ahí no harían mas que darse amor y ternura el uno al otro. Por otro lado, la noche anterior. Charlie y el resto del grupo se la pasaron regañando y reprendiendo a Mimzy, la cual le tomaba muy poca importancia el tema de Anthony. En algún momento, se calmaron y con una mirada de desprecio se fueron sin decirle nada mas a la rubia. 

Todos se fueron a dormir con la perspectiva de que todo se había arreglado, gracias a que en el dormitorio del rubio y el castaño no se escuchaba algún grito o algo,  aparte de que todo estaba apagado. El siguiente día paso bastante normal para todos, pues no había mucho que hacer, lo único molesto eran las múltiples llamadas que llegaban al teléfono de Alastor, estas eran de Mimzy. Esta se había levantado con un mal humor terrible y lo único que quería era hablar con Alastor pues se sorprendía como era que ni la había defendido de Charlie y los demás, aparte de que no había ido a buscarla despues de este suceso. Pero para desgracia de esta, sus llamadas solo iban a buzón de voz, hasta que a la llamada numero 24 respondió, pero no específicamente Alastor. 

???: Que quieres ahora, estúpida- Respondió una voz no muy masculina a otro lado de la linea.

Mimzy: Tu otra vez, se nota que no aprendes, por mucho que Alastor sea tu novio no te da derecho a tratarme así, idiota.- Respondió de una manera algo altanera la mujer.

Anthony: No me hagas reír, Mimzy. Deja de joder, si no quieres conocerme realmente.- Dijo con un tono de enojo y fastidio. Mientras colgaba la llamada y bloqueaba el numero de teléfono de la rubia. 

Lo que realmente había pasado en el transcurso de la mañana era que Alastor se estaba bañando y por eso no contestaba, y aunque no lo estuviera tampoco le contestaria, hasta que Anthony se cansó de tantas llamadas y contestó, el era consiente de que a Alastor no le molestaría  pues hasta le había dado todas sus contraseñas al igual que Anthony.

Básicamente se habían dado la confianza suficiente como para hacer lo que quisieran con el teléfono del otro, pues mutuamente sabían que las probabilidades de serse infieles eran casi nulas por los lazos que tenían pero era mejor prevenir. 

Cuando el castaño salió del baño para poder arreglarse su novio le fue contando lo que había pasado en su relativa ausencia, el castaño lo tomo a la ligera pues era consciente de que si el no lo hacia tarde o temprano su novio lo haría por el y eso le alegraba. Tampoco le sorprendía de a mucho pues lo que hacia su novio era muy básico comparado con lo que el había hecho el  en ocasiones de celos.

El solo le dedicaba una que otra sonrisa al menor por el enojo que tenia, pues lo pucheros y expresiones del menor le parecían ciertamente tiernas, pues en los momentos en los que el relataba mas con celos y enojo era donde mas rojos se volvían sus mejillas. Cuando terminó de arreglarse solo se acercó al menor para besar sus hermosos labios, beso que el rubio correspondió con algo de enojo.

La rubia y la castaña también eran un mar de amor y cariño pues su preocupación se había calmado por lo que se habían enterado de que sus amigos se había reconciliando despues del inconveniente de la noche anterior, estas salieron a caminar, a comprar ropa y a comer, pero tendrían que regresar temprano pues el día anterior en la mañana habían planeado ir a visitar al padre de Charlie. Lucifer Morningstar.

Sin Alma-RadioDust-OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora