EXTRA #1 Un alfa llamado Umemiya

1.3K 180 7
                                    

Mi primer recuerdo es de un adulto diciéndome que podía tener lo que yo quisiera, que lo que deseara seria mío, esas palabras no tenían significado para mí. Oí mi alarma y solo abrí los ojos viendo hacia el techo coloqué mi antebrazo sobre mis ojos. -

- ¿Qué podría desear? - me pregunte al tener ese recuerdo. - LO que deseo no es posible...

Me levante de la cama me acerque a la ventana y vi a mis amigos esperándome en la entrada al abrir la ventana les pedí que entraran, al llegar a la entrada mis amigos traían comida. -

- A desayunar Umemiya. - dijo Hiragi. - NO puede ser que no tengas ingredientes para cocinar.
- Olvide ir de compras. - dije apenado viendo a Hiragi molesto.
-De nuevo soñaste con esas palabras? - pregunto Tsubaki mientras preparaba todo para comenzar a comer. - Desde que te conozco te he visto tranquilo, pero cuando sueñas con esas palabras te cambia por completo.

Trate de reír, pero no me fue posible, no poda enconderle nada a mis amigos sabían que algo no estaba bien y debía decirles. -

- Hay algo que quiero tener, pero sé que mi posición como Alfa no me lo dará. - dije mientras veía a mis amigos preocupados. - Quiero a alguien con quien pasar el resto de mi vida y poder tener una familia.
- Quieres un Omega que no este obligado a estar contigo. - dijo Tsubaki acercándose a mí. - Ya lo sabíamos, siempre fuiste como un libro abierto. - continúo diciendo mientras me abrazaba.
- Llegará alguien. - dijo Hiragi. - Estoy seguro de que llegara el Omega que te soporte amigo mío.

Todos reímos y nos dispusimos a desayunar, al terminar nos dirigimos a la escuela, pero yo me dirigí a la azotea en lugar de mi aula de clases, quería estar solo... De nuevo, leer me ayudaba a no estar triste o pensar cosas que solo me hacían daño. Leia historias donde los personajes encontraban el amor de manera inesperada, una bonita casualidad como Tsubaki dice cuando le pasan cosas buenas, reí al pensar que algo así podía pasarme pero solo era un sueño imposible y justo cuando mi corazón se resignaría y solo me quedaba aceptar el destino que un adulto me dicto un aroma llego a mi nariz, levante la mirada y ahí estaba el dueño, había olido en el pasado perfumes de Omegas agradables, que estarías dispuestos a estar conmigo si se los pidiera pero este era uno que había llegado solo para mí y estaba seguro ya que mi corazón se aceleró al percibirlo.

Tu dulce aroma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora