Buster, el humilde y explotado trabajador del cine, se encuentra con la cinta mas brutal que pudo haber visto en su vida.
TW: Explicito, Vulgar, ya se la saben.
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TW: Explícito, 18+
Buster Pov
Yo soy de esa clase de personas que son explotadas a más no poder, trabajando día y noche para poder subsistir en la sociedad.
No todo era malo, y por suerte, trabajó con mis amigos, Fang y Maisie, siendo la última la que me explotaba más.
Eran las 12:00 AM y recién había llegado al trabajo, encontrándome a Fang, siendo raro este encuentro pues, el llegaba al trabajo por mucho más tarde que yo.
—Hola—Salude, alzando la mano y esperando su respuesta.
—Hola, ¿qué función quieres ver hoy, grandote?, por ser tan guapo te voy a dar un descuento—Bromeó típicamente el chinito, haciéndose como si no me conociera.
—Que buena broma, deberían pagarte por ser fastidioso—Me reí, dándole palmadas leves en la espalda a mi contrario.
—¿Verdad que si?, no se por qué Maisie no me sube el sueldo—Se quejo, cruzando sus brazos y saliendo de el despache del cine.
Ambos seguíamos riendo por su broma no tan buena, aunque bueno, sus chistes no me daban risa pero era mi terroncito de azúcar.
—Bueno, bro, ¿por qué no vamos a la sala de proyección? Quiero ver una película en lo que llega Maisie—Sugerí, agarrando palomitas de la zona de dulces, olvidando que las tenía que pagar.
—¡Claro!—Obviamente, Fang asintió, pues tanto el como yo, no queríamos trabajar en dicha condena de proyectar películas y vender dulces.
Fuimos escurridizos, escondiendonos entre las sombras del cine, dejando unos pequeños reemplazos los cuales eran muñecos de mi y de Fang, seguro Maisie no se dará cuenta.
Cuando llegamos a la sala oculta de proyección, alcé la cortina—Las princesas primero—Me reí, dando la bienvenida agachado como los sirvientes en las películas de princesas.
Escuché la risa de el chinito y, una pequeña sonrisa se formó en mi rostro, observando como el interrogaba mi lugar secreto, el cual estaba repleto de pósters de algunas películas y de bandas no tan conocidas.
—Que cuarto tan cool, pero el de mi casa supera este cuchitril—Como siempre, el chinito hacia comentarios desagradables, aunque solo reí, sabía que el chinito bromeaba, o eso quería creer yo.
—¿Enserio?, pues en este cuchitril te voy a meter la verg—Bien se dice que el que se lleva se aguanta, pero no siempre podía usar esta regla, pues, Fang empezó a interrumpirme y a criticar todo el lugar.
—Ja, muy chistoso y todo pero mis chistes son mejores—Fang husmeaba entre las cintas, para poder ver lo concordado.
Al verlo husmear, decidí acompañarlo y examinar juntos las cintas, y en eso, note como Fang veía una en particular, y de la nada, la apuntaba, dándome señal de que quería ver esa.