Detalles Para Tus Novelas De Mafia ( Parte #4 )

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Mafia rusaLa mafia en Estados Unidos

Al principio, estaban Gambino, la familia Genovese y la familia Lucchese.

Cada familia está dirigida en última instancia por un Don, que era aislado de las operaciones reales por varios niveles de jerarquía. Según la creencia popular, el asesor más cercano y de mayor confianza del Don era el llamado consigliere ('consejero' en italiano). En realidad, el consigliere era el encargado de mediar en las disputas internas. También se ocupaba de la economía del «negocio», aunque un segundo también podría hacerlo. Luego había unos cuantos regimi con un número variable de soldati ('soldados'), que llevaban a cabo las operaciones reales. Cada regime era dirigido por un caporegime, que informaba al jefe. Cuando el jefe tomaba una decisión, nunca daba las órdenes directamente a los soldados que las llevarían a cabo, sino que pasaba las instrucciones hacia abajo por una cadena de mando jerarquizada. De esta forma, las capas más altas de la organización estaban a salvo de verse implicadas si se capturaba a los miembros de las capas más bajas. Esta estructura fue inmortalizada en la famosa novela de Mario Puzo El Padrino.

El ritual de iniciación surgido en Sicilia a mediados del siglo xix apenas ha cambiado hasta hoy. El jefe de la policía de Palermo informó que el mafioso que va a iniciarse es llevado en presencia de un grupo de jefes y subjefes. Uno de estos hombres pincha en el brazo o la mano del que está siendo iniciado y le dirá que derrame la sangre sobre una imagen sagrada, normalmente un santo. El juramento de lealtad se realiza cuando la imagen es partida y quemada, simbolizando la aniquilación de los traidores. Esto fue confirmado por el primer Pentito, Tommaso Buscetta.

Un golpe o asesinato debe ser aprobado por los jefes de la familia, ya que existe el peligro de sufrir ataques de represalia que posiblemente iniciasen una guerra. En estado de guerra, las familias «se van a los colchones» (apartamentos en alquiler vacíos en los que unos cuantos soldados dormirían por turnos en colchones en el suelo mientras que el resto se quedarían apostados en las ventanas preparados para disparar a los miembros de las familias rivales).

La mafia estadounidense finalmente llegó a tener un mayor número de miembros italianos no sicilianos entre los más acérrimos y forjó buenas relaciones con mafiosos de otras nacionalidades, distinguiéndose así de la organización original de Sicilia.

La Mafia en CubaLucky Luciano escogió a Cuba como punto intermedio para suplir el mercado de heroína a Estados Unidos y sus representantes en La Habana fueron Corsican, Amletto Battisti y Lora. El judío Meyer Lansky fue el fundador y el líder del imperio de La Habana, el arquitecto de las relaciones políticas entre el general Fulgencio Batista y la mafia estadounidense desde 1934. Lansky organizó un colosal imperio en La Habana, el centro más importante del mundo en su tiempo para el lavado de dinero ilegal desde Estados Unidos, el procesamiento de diamantes y oro llegados de contrabando, así como una red de casinos, famosos hoteles, cabarets y restaurantes.

Conectando negocios y actividades criminales pero principalmente el jugoso negocio de la cocaína, estaba dirigida a corromper la sociedad estadounidense en esta ciudad llena de turistas, donde muchos de ellos venían con todos los gastos pagados: transporte, hoteles, comidas y bebidas. Además, algunos viajaban invitados por alguna personalidad o celebridad para disfrutar grandes fiestas. Ese fue el principal uso de La Habana por George Raft, quien acostumbraba a traer invitados al Hotel Capri para ofrecerles cocaína, sexo y juego, todo bien organizado y controlado.

Cumbre de la Mafia en Cuba

En diciembre de 1946 en el Hotel Nacional de La Habana, Cuba se realizó uno de los más cruciales encuentros de todos los capos mafiosos de los Estados Unidos y de aquellos que se ocupaban de sus negocios en la Isla. Este acontecimiento histórico llegó a ser aún más importante por la participación de uno de los más famosos Capo di Tutti i Capi del crimen organizado, Lucky Luciano, quien después de pasar varios años de prisión en Estados Unidos y de ser deportado a Italia, su tierra natal, se reunió por primera vez con su Familia. Este encuentro fue organizado y orquestado por su consigliere Meyer Lansky, quien había creado en la isla grandes lazos entre el crimen organizado y la élite del gobierno cubano, aguardándoles no solo una base sólida en los negocios sino también seguridad para pasear por Cuba a su antojo y usarla como trampolín de sus negocios sucios hacia los Estados Unidos. Entre los capos que asistieron a la reunión se encontraba Vito Genovese, el primero en llegar a la Isla y ser invitado a comer a la residencia de Luciano, en Miramar, en la calle 3.ª. A la reunión, el 21 de diciembre, asistieron Albert Anastasia, Tommy Lucchese, Joe Bonnano, Joe Profacii, Giuseppe Magliocco, Mike Miranda, Willie Moreti y Augie Pisano de Nueva York y Nueva Jersey; Steve Magaddino, de Búfalo; de Chicago, Tony Accardo y los hermanos Charlie y Ronconi Fischetti, representantes y herederos los dos últimos de Al Capone, quien no asistió a la reunión por encontrarse enfermo de muerte en su residencia en Miami, tras haber salido de la prisión. De Nueva Orleans, Carlos Marcello y 'Dandy Phil' Kastel; de Florida, Santo Trafficante padre, quien a veces utilizaba los nombres de Doc Harris o Baldy Stacher y era el segundo de Lansky en todos los negocios. De Cuba asistieron Amadeo Barletta y Amletto Battisti. También estaban presentes Lansky, Costello, Genovese y Adonis. Fue toda una noche: bebidas, un delicioso menú y por último Frank Sinatra, el ahijado de la mafia, cantó para cerrar con broche de oro aquella reunión.

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