Capítulo 1

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A día de hoy sigo preguntándome si en realidad fue necesario pasar por aquella etapa, esa en la que estaba locamente enamorada, cuando mi mundo giraba a su alrededor. 

Estoy sentada en mi cama llorando, pensando en los buenos momentos. Es irónico pensar que fue en el mes de mayo cuando lo conocí varios años atrás... 

Mayo del 2021

Veía una película con mi mamá, ella me acariciaba la cabeza, amaba que hiciera eso, sus uñas largas pintadas de rojo no solo eran lindas, cuando rozaban mi cuero cabelludo me llevaban a un mundo lleno de paz y relajación.

Recientemente había terminado una "relación" con un chico, me sentía decaída pero no era para tanto, apenas habíamos durado dos meses, el tipo era un cretino hijo de mamá, pero no podía esperar nada de él, al fin y al cabo solo teníamos 17 años, solo éramos un par de niños jugando a ser adultos. 

*suena el celular* 

Tomé el celular emocionada pensando que podía ser él, tenía la ilusión de que me escribiría en algún momento para pedir disculpas por coquetear con mi mejor amiga, pero no era el caso. Era una notificación de instagram, me había llegado una solicitud de amistad, no le dí mucha importancia y solo la acepté.

Era sábado por la tarde, lo recuerdo perfectamente, él no tenía nada que hacer y yo tampoco, aquel muchacho le había dado like a todas mis fotos, me parecía curioso, nunca antes me había pasado algo así.

¿será este mi ser amado? 

Estaba tan enamorada de la idea del amor, sin conocerlo me imaginé toda una relación con aquel muchacho con el que apenas llevaba una semana hablando, medecía todo lo que yo quería oír, y yo caí como una tonta, no me culpen, solo tenía 17 años y soñaba con vivir un amor como en las películas.

¿Era una tonta por querer amor? 

Soñaba con que alguien me amara como Edward a Bella o como los lobos adoraban a sus "Mates".

Durante todo un mes hablamos casi todos los días, por las noches no dormía, sin darnos cuenta hablábamos hasta que salía el sol, es que ya lo quería, no necesitaba más tiempo para darme cuenta de que me había encariñado, y es que yo soy así... o al menos lo era cuando tenía 17.

Desde el colegio siempre decían que era demasiado optimista

Flashback

-ya deja de portarte como una niña- dijo Melanie, sentada sobre un pupitre, era nuestro horario de almuerzo, solo eramos nosotras en una gran sala con paredes blancas, yo estaba jugando con la cámara de su teléfono, siempre tenía que andar borrando mis vídeos actuando como reportera o jugando a ser influencer, andaba saltando de aquí para allá, al contrario del resto de mis compañeras que ya comenzaron a hacer cosas de adultos a tan corta edad, Melanie era una de ellas, pero sé que no lo hacía por aparentar, en realidad venía de una casa llena de problemas, los cuales la llevaron a fumar con tan solo 13 años, decía que eso le quitaba el estrés, era demasiado difícil para mí entenderlo en ese entonces, ¿Por qué una chica tan linda y popular como ella necesitaba hacer esas cosas? para mí ella era perfecta de pies a cabeza, no entendía qué era lo que podía ir tan mal en su vida, hoy la entiendo. 

Lo que hacía que fueramos tan buenas amigas a pesar de ser tan diferentes, era que nos completabamos la una a la otra, yo tenía el optimismo y la alegria que ella necesitaba, siempre estaba para sacarle una sonrisa cuando estaba decaída, y ella era quien mejor entendía mis bajoneos de pre-adolescente, me hacía senti mejor cuando sentía inseguridad ya sea por mi cuerpo o por mi actitud de niña pequeña que siempre hacía que los demás se burlaran de mí

Ahora que me pongo a pensar, ¿no tenía derecho a ser inmadura a los 13 años?


Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora