¡SHUT P#RN! // HYUNLIX

13

Hyunjin acomodaba sus pertenencias en una maleta. No tenía muchos ánimos de empacar, pero era hora de irse de ese lugar. Dejaría muchas cosas en el apartamento para que después las arrojaran a la basura, por ahora solo se llevaría lo necesario, algunas prendas de ropa y sus camaras.

Su cabello cada vez se tornaba mas claro, llegando ya a un color rosa descuidado. Minho le había dicho que ya era hora de volver a aplicar el tinte de cabello, que de hecho el lo haria, pero no tenía ganas de nada...

Estaba mas nervios de lo normal ultimamente, su apetito había disminuido a solo comer una porción de alimentos al día, su ansiedad había vuelto a ser más percistente, y aunque luchaba con todas sus fuerzas, las inmensas ganas de autolesionarse lo querían vencer.

No solo estaba así por Felix. La razón más grande era esa mujer...

Se iría a otra ciudad, a un lugar donde esa pelicastaña no le encontrara. Estaba pensando en cambiarse incluso su color de cabello, pero aún no se elegía.

Las bolsas oscuras que estaban debajo de sus ojos se remarcaban mas, y es que no habia dormido mucho.

Al terminar de empacar, salio de su apartamento. Iria al supermercado a comprar algo de ramen para comer, ya que el dolor de estómago por la falta de alimentos lo estaba desconcertando de más.

Observó como las puertas del ascensor se cerraban, así que corrio lo mas que pudo, poniendo su pie antes de que las puertas se cerraran, logrando que volvieran a abrirse y se adentrará al pequeño lugar.

Vaya sorpresa se llevó al encontrarse al castaño de la vez pasada en ese lugar. Hizo todo lo posible por ignorarlo. No se iria, no quería quedar como un cobarde, así que firmemente se arrecosto en el espejo del ascensor, observando su celular aunque no estuviera viendo nada en específico.

Su plan estaba funcionando hasta que el más bajo le llamo.

- ¡Eh, tu! Eres el de la otra vez.

Hyunjin, alzó su mirada observandole fijamente, haciendo retroceder un poco al castaño.

- Así es.

El más bajo chasqueo la lengua, rodando los ojos para despues apuntarle. - Por tu jodida culpa Felix ya no quiere verme.

Hyunjin le observo con una ceja levantada, apagó su celular y lo guardo en el bolsillo, cruzando de brazos. - ¿De que hablas, jodido idiota? Si tú y Felix se revuelcan y despues el decide no hablarte no es mi culpa. El puede hacer lo que quiera con quién quiera. El mismo me lo dijo.

- Pues te mintió, porque maldijo hasta mi día de nacimiento.

Dicho eso último, salió del ascensor que ya había llegado el primer piso y se dirigió a su auto. Hyunjin, quien aún estaba observandolo, sintió una pequeña esperanza.

Algo que le cause terror, ya que no quería iluciones y después salir lastimado.

Mientras subía con la pequeña bolsa las escaleras, revisaba su celular. No tenía mensajes, nada interesante que ver, así que lo guardo en su bolsillo, alzando su mirada y encontrandose con un pelinegro cabizbajo, tocando la puerta de su departamento una y otra vez.