Her Three Kings {Volturi Kings}

Capítulo 21

Pasaron las semanas y Lily estaba feliz. Se sentaba en juicios y respondía a la correspondencia. Sus compañeros se comprometieron a educarla sobre sus historias personales, así como sobre la historia de la raza de vampiros en su conjunto. Trabajó en idiomas y se inscribió en otra clase en línea sobre arte renacentista. Tan ocupada como estaba, todavía encontraba tiempo para pasar con sus compañeros.

Caius finalmente recordó que le debía una cita. Él interrumpió su paseo por el jardín una tarde para invitarla a acompañarlo durante la noche. Ella se vistió con un vestido corto plateado y tacones de tiras que él le proporcionó. Los condujo por la ciudad hasta que llegaron a un edificio bajo. Había una gran entrada de cristal, mientras que el resto del edificio era en su mayoría sin ventanas. No había señalización que indicara dónde estaban.

Ella esperó a que Caius abriera su puerta y tomó su mano ofrecida. Asintió con la cabeza al guardia mientras fijaba los botones de su traje con una mano. Él la llevó al edificio y ella se sorprendió al encontrarlo lleno de arte. "¿Qué es esto?" Preguntó mientras giraba en un círculo lento para mirar a su alrededor.

"Este edificio alberga parte de la colección privada de los Volturi. No está abierto al público. Pensé que te gustaría verlo".

Su sonrisa en respuesta era amplia y brillante. "Gracias, Caius. Esto es perfecto".

Simplemente sonrió a cambio. Caminaron por el edificio y discutieron sobre arte, pieza por pieza. Al final, la llevó a una habitación redonda con un techo de cristal. En el centro había una mesa con una pequeña comida de sopa y vino de sangre. Así que comieron y hablaron de todo y de nada.

Cuando llegaron a casa, Caius la acompañó arriba. Ella se agarró de él, riendo y sonriendo mientras ellos iban. "Todavía no estoy lista para que nuestra cita termine".

Le sonrió. "Entonces, ¿qué haremos, mi reina?"

"Vamos a pintar". Ella lo tiró hacia el estudio.

***

Caius POV

Él no se resistió y se rió de ella mientras ella lo arrastraba. "¿No crees que deberíamos cambiarnos primero, amor?"

Ella sacudió la cabeza y puso un lienzo fresco en su caballete antes de deshacerse de los zapatos de tiras. La esquina de la boca de Caius subió. Le encantaba verla así. Rápido como un flash, su chaqueta estaba colgada cerca de la puerta. Se quitó la camisa y se la ofreció. "Mejor esto que tu vestido. Tengo una docena más igual".

"Deberías darte la vuelta", dijo ella y él arqueó la frente pero hizo lo que ella dijo. Él había pensado que ella usaría la camisa sobre el vestido, no reemplazaría una por la otra. "Está bien".

Se volvió para encontrarla usando solo su camisa de vestir. Le llegaba a la mitad del muslo y se veía absolutamente impresionante. Le cogió, agarró su cintura y la tiró hacia él. "Eres hermosa, Liliana". Le dio un beso en los labios. "Te quiero".

Ella sonrió contra sus labios. "Yo también te quiero, mi rey".

A regañadientes, la soltó y la dejó ir a su pintura.

Cuando él comenzó a establecer su propio espacio, ella se detuvo para verlo. "Estás mirando fijamente".

"¿No vas a cambiarte?"

Hizo como que se miraba a sí mismo. Él también se había quitado los zapatos y ahora solo llevaba sus pantalones de traje. "Estoy cómodo. ¿Por qué, Liliana? ¿Te estoy distrayendo?"

Ella apartó la vista. "Solo pensé que podrías tener frío, eso es todo".

Se inclinó hacia adelante como si estuviera a punto de impartir un gran secreto. "No tengo frío".