Her Three Kings {Volturi Kings}

Capítulo 19

Pasaron varios días antes de que Caius la dejara fuera de su vista, no es que a ella le importara. Mientras ella también pudiera ver a sus otros compañeros, estaría contenta. Se decidió, con todos los cambios, que el viaje de Navidad a Forks debería cancelarse. Los reyes y Carlisle estuvieron de acuerdo en que necesitaba instalarse en su nueva vida. Encontrar una rutina. Nadie se molestó en preguntarle qué pensaba. Ella hizo sus compras y envió los regalos a casa. Y el día de Navidad, hablaron por Skype para poder estar juntos. Más o menos.

Los Volturi no lo celebraban en su conjunto. Sus compañeros eran mayores que la Navidad, por lo que tenía poco atractivo para ellos. Eso era un poco raro. Por otro lado, a Lily siempre le han gustado las vacaciones. Su corazón se rompió un poco cuando se enteró de que no habría decoraciones, ni regalos, ni familia. Cuando los reyes le preguntaron qué pasaba, simplemente dijo que echaba de menos a su familia. Era lo suficientemente cierto.

Jasper, Edward y Alice intentaron que le dijera a sus compañeros que quería celebrar, pero ella se negó. Habían cambiado lo suficiente para ella para que ahora ella se quejara de algo que realmente no importaba. Los Cullen tampoco celebraban hasta que ella se mudó. Ella difundiría la alegría navideña el año que viene.

En su mayor parte, las cosas salieron bien, excepto que echaba de menos a su familia. Sus lazos con ellos le dolieron todo el día, incluso con ella bloqueando parte de eso. Los reyes se habían acurrucado con ella, viendo películas en su sala de cine y proporcionándole todos los batidos que una chica pudiera pedir.

Eventualmente, se retiró a su habitación para pasar algún tiempo por su cuenta. Ella desenterró la colcha que Esme le había dado, recordando lo que había dicho en ese momento. Para tu primera noche a solas. Aunque seguramente había pasado otras noches sola desde su llegada a Volterra. Esta era la primera noche que lo sentía tan intensamente.

Lily envolvió la gruesa manta alrededor de sí misma y se acurrucó en su sofá. Un destello de algo le llamó la atención y volteó el borde de la colcha hacia atrás para mirar su interior. Ella jadeó mientras la escritura familiar inundaba su visión. Ella saltó a sus pies y extendió la manta sobre la cama, con la parte interior hacia arriba.

Allí, colocadas con amor en la tela, había cartas de su familia. Una de cada uno de ellos que Esme había transferido de alguna manera al material. Palabras de amor y aliento. Y precisamente lo que necesitaba en su primera Navidad lejos de su familia.

***

Fueron aproximadamente tres semanas después de Navidad cuando recibió una llamada telefónica de Edward. Los reyes estaban en juicios, así que ella estaba sola en su área común. "Eddie", exclamó cuando contestó el teléfono.

Se rió. "Oye, hermana. Escucha, ¿estaría bien si viniera de visita por unos días?"

Ella rebotó en su asiento. "Por supuesto que lo está. No tienes que preguntar".

"No, realmente lo hago. Ahora eres la reina".

Ella gimió. "No empieces eso de la reina. Ven a verme. Avísame cuando aterrice tu vuelo y te enviaré un coche".

"¿No crees que deberías consultar con tus compañeros?" La diversión coloreó su voz.

"Bien, pero adelante y reserva tu vuelo. Si dicen que no, puedes conseguir una habitación de hotel y yo saldré a hurtadillas a verte". Ella también lo decía en serio. No la alejaban de su familia. "Te devolveré la llamada".

Colgó y se apresuró a entrar en su habitación. Ella agarró un vestido sin mirarlo realmente y se lo puso antes de arreglarse el pelo en un moño desordenado. No se tomó el tiempo para buscar zapatos y se apresuró a ir a la sala del trono. El guardia le abrió la puerta sin dudarlo y ella corrió a la habitación.