—¿SanHa? —me llamaron de lejos.
Levanté la vista y le sonreí a la chica que sobresalía de la puerta del salón. Ella también sonrió y se acercó con timidez hacia mí.
—¿En qué te puedo ayudar? —pregunté, quitándome los auriculares.
Hacía unos momentos estaba practicando francés, me parece un idioma hermoso y aproveché el descanso para hacerlo. Pensé que nadie me interrumpiría, pero olvidé que desde que Sheon sabe que ocupo el receso para estudiar, se la pasa haciendome visitas.
La chica de pelo largo aclaró su garganta y con una gran sonrisa me mostró su cuaderno de idiomas. Me reí por lo bajo cuando entendí hacia dónde iba esto.
—Adivino... ¿Examen de italiano?
—Así es, y eres mi única salvación. —sonrió con sus abultadas mejillas, y luego se sentó a mi lado. Asentí.
—Dime qué no entiendes.
—Bueno... —y empezó a explicarme de qué se trataba.
Así pasamos todo el tiempo hasta que terminó la hora del descanso, pero al parecer Sheon no se daba cuenta, hasta que mi mejor amigo la sacó casi a patadas de su asiento; sí, así era Myungjun.
—¿Otra vez con la loquita esa? —me preguntó cuando vio que la chica ya estaba lo suficientemente lejos de nosotros—. ¿Le darás chance? —me preguntó con una ceja arqueada y sonrisa burlona.
—¿Chance? —me reí—. Me estaba pidiendo que le explicara algo, tiene examen de italiano.
—¿Cada dos días? —Myungjun me miró de reojo y luego de un momento me dio unas palmaditas en el hombro—. No tienes remedio. ¿No te das cuenta de que esa tipa te mira con deseo?
—¿Crees?
—Tú sabes que es verdad. Se la pasa detrás de ti a cada instante. Se aprovecha de que eres todo un hablador del amor —sonreí con diversión ante su comentario—. Y la verdad es que está muy linda, deberías dartela.
Sinceramente, ya había pasado por eso. Me gustaba tener relaciones abiertas, pero luego todo me comenzó a aburrir. Además, no me gustaba ver a las mujeres llorando; algo en mi interior me decía que eso no era lo mío. Ahora, con diecinueve años, soy más tranquilo, porque de los diecisiete a los dieciocho... ni hablar. Pero al parecer, Myungjun seguía en esa etapa de querer disfrutar su vida sexual sin compromisos, y no me oponía, pero siento que no tiene tanto tacto con las chicas como lo tenía yo.
—Ahora estoy más interesado en aprender francés, además no me gusta nadie.
—¿De verdad no te gusta Sheon? Debes ser homosexual.
—¿Entonces me tienen que gustar todas las mujeres del mundo? —negué lentamente con la cabeza mientras volvía a mi hoja de estudio—. Yo creo que no, además a ti ni te gusta, solo sientes atracción sexual, es todo.
—¿No es lo mismo? —me quedé pensándolo por un momento, mordí el borrador de mi lápiz y luego de un momento de análisis volví mi vista a mi hoja.
—Sí y no...
—De todas formas, no te entiendo. ¿Desde que llegaste nadie te ha llamado la atención? —y aquí íbamos de nuevo—. Dime tu tipo ideal.
—Lo sabré cuando aparezca...
—Por favor, SanHa, todas las chicas del instituto quieren contigo. ¿Por qué no solo escoges a una?
Siempre era la misma conversación. Quería mucho a Myungjun, pero a veces me estresaba lo irritante que llegaba a ser con el tema de las chicas. La última vez me presentó a una mujer de veintinueve años diciendo que pensaba que quizás me gustarían más experimentadas. Lo recuerdo muy bien; según íbamos a comer helado y de un momento a otro aparecieron dos mujeres mayores.
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INSTA LOVE
FanfictionYoon SanHa, ¿enamoradizo? Para nada. De hecho, es un joven muy calmado que disfruta de la compañía de sus conocidos. Nunca sintió la necesidad de estar al cien por ciento con alguien y, por eso, ahora prefiere no tener vínculos amorosos y mejor cent...