Capítulo 1

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-¿Creen que falte mucho para llegar a Hogwarts?-.

Estaba en uno de los tantos vagones en camino a Hogwarts con Fred y George, recién los había visto en vacaciones y sentía que llevaba siglos sin verlos.

-No creo, pero mejor si es así, podemos preparar nuestras bromas de este año-.

Fred y George chocaron los cinco y yo negué rápidamente con la cabeza mientras soltaba una ligera risa.

-Recuerden que este año no me puedo meter en problemas o me regresarán a la cárcel francesa. Ahora soy una señorita-mencioné rodando los ojos.

-Oh, venga, Bletchley, ayúdanos con las bromas en Slytherin y juramos que no te delataremos, nos tiraremos toda la culpa-.

Ambos se llevaron la mano a el corazón y yo no pude evitar sonreír divertida, vaya gemelos ocurrentes.

-Bien, bien, pero mejor nos organizamos en Hogwarts, porque dicen que remodelaron las salas comunes y los dormitorios-.

-Tienes razón. Por cierto, Em, ¿te mantuviste en contacto con alguno de tus amigos serpientes?- ambos alzaron sus cejas con diversión e hicieron sonidos de serpientes.

-Claro, sobretodo con Malfoy- respondí con sarcasmo y ambos rieron.

-Venga, Ems, no nos agradan los de Slytherin, pero deberías esforzarte por hacer amigos en tu casa. Toma este año como un inicio nuevo- guardé mis cosas en mi mochila, ignorando el comentario de Fred y colgué mi bolsa sobre mi hombro.

-Con Zabini tengo, es el único Slytherin agradable, además de mi claro- al sentir como el tren paraba, anunciando nuestra llegada a Hogwarts, los tres nos levantamos de nuestros asientos y salimos del vagón.

-Bueno, sabes que tú decides con quien juntarte al final. Nos vemos luego, Em, debemos ir a nuestro carruaje- asentí varias veces ante su despedida y dedique un beso en la mejilla de cada uno como despedida.

Nos dividían por casas para abordar las carrozas las cuales nos llevaban al castillo.

Al bajar del tren me acerqué a una carroza vacía, esperando que nadie más subiera a esta. No quería escuchar los comentarios despectivos de mis compañeros de casa.

-¡Joder, Emma!, qué gusto volver a verte- giré mi cabeza hacia la voz proveniente de la entrada del carruaje, sonriendo inmediatamente al ver a Blaise subir, sentándose frente mío.

-Hey, Zabini, igual me da gusto verte-.

-No respondiste ninguna de mis cartas, ¿estuviste muy ocupada en tus vacaciones?- levantó sus cejas de forma coqueta, pero sabía que solo trataba sacarme información.

Cierto, olvidé mencionarles. Conocí a un chico durante las vacaciones, se llama Cedric Diggory. Ya lo había visto un parte de veces en Hogwarts, pero nunca habíamos cruzado palabras. Lo vi en las vacaciones, en un partido de Quidditch al que nos invitó Ron. Desde ahí empezamos a intercambiar cartas y salimos algunas veces.

-Gracioso, Zabini, pero no te soltaré el chisme- Blaise abrió la boca para replicar, sin embargo fue interrumpido por cinco personas que se unieron a nuestro vagón.

-Hola, chicos. Emma, qué gusto nos da verte- Astoria Greengrass se sentó a mi lado, seguida de su hermana Daphne, Pansy Parkinson, Lorenzo Berkshire y Millicent Bulstrode.

Jamás en mi vida había intercambiado palabras con ellos. Sabía que eran los más odiados por otras casas al ser unos acosadores, especialmente con mis amigos.

-Hola, igual me da gusto verlos- era mentira y ellos los sabían, pero no quería ser irrespetuosa, mucho menos quería tener problemas a los minutos de haber llegado.

-Así que cuéntanos, eh. ¿Diggory y tu?-las puertas de la carroza se cerraron y esta comenzó su trayecto hacia el castillo.

-Vaya, qué rápido corren los rumores- mencioné más hacia mis adentros y tomé una gran bocada de aire.

-Ya ves cómo es la gente. Además, nosotros nos enteramos de todo, más si es sobre una de las nuestras- Parkinson se acomodó en frente mío y me miró con una ligera sonrisa.

-Mira, Em, sabemos que nunca antes habíamos hablado, pero pensamos que tras dos años de tu partida te gustaría incluirte más con la gente de tu casa- menciono Daphne y los demás asintieron.

Tal vez los gemelos tenían razón. Tal vez esta era mi oportunidad para hacer nuevos amigos, aunque sinceramente no confiaba mucho en ellos, creo que merecen una oportunidad.

-Empecé a salir con él hace unas dos semanas- me encogí de hombros y me acomodé para mirar a todos- no ha pasado nada relevante para que les pueda contar. Estamos saliendo, pero aún no es mi novio- todos compartieron miradas silenciosas, hasta que Astoria decidió romper el silencio.

-Siéntate con nosotros hoy en la cena. Te pondremos al corriente sobre los últimos años- me quedé pensativa, pero terminé cediendo ante su propuesta.

Pasaron algunos minutos hasta que llegamos a Hogwarts, las maletas las llevarían algunos elfos a nuestras respectivas habitaciones, por lo que fuimos directamente al gran comedor.

Astoria y Pansy se sentaron cada una a mi lado, frente a nosotros quedaban Blaise, Lorenzo y Daphne. Aún no había visto a Malfoy. No era que me emocionara su presencia, pero al estar Astoria, su novia, conmigo, me extrañé de su ausencia. Astoria debió notar mi mirada fugaz, ya que se acercó a mi oído.

-Si buscas a Malfoy hemos terminamos, así que no creo que se acerque por ahora a nosotros- susurró dedicándome una cálida sonrisa mientras se separaba y ponía atención al discurso de Dumbledore.

La cena pasó rápidamente. Siendo sincera, me agradó la compañía de mis nuevos amigos. Es cierto que a veces mencionaban comentarios fuera de lugar, juzgando a los mestizos o a los muggles, pero intenté ignorarlos.

Salimos del comedor todos juntos, pero al atravesar la puerta sentí como una mano jalaba de mi, alejándome un poco de la gente.

-Hola, cariño, ¿se te ha olvidado saludar?- Cedric se encontraba rodeando mi cintura con uno de sus brazos mientras sonreía ampliamente y se acercaba a dejar un casto beso en mis labios.

-No te había visto, me da gusto verte, aunque te vi hace tres días- reí por mi comentario, al cual se sumó el.

-Es tarde y sé que debes ir a dormir, solo quería saludarte y decirte que te miras hermosa-.

-No seas cursi, me das asco- dije bromeando ante su comentario y me acerqué a sus labios, dejando otro beso en estos- tú te ves guapísimo-.

-Lo sé, amor- reímos al unísono y tras unas palabras más decidimos despedirnos, yendo cada uno hacia su sala común.

Llegué a la entrada de mi sala común, susurré la palabra "sangre pura" e inmediatamente se abrieron las puertas, dejando a la vista una renovada sala común.

Los sofás eran totalmente negros aterciopelados, las paredes eran del mismo color, sin embargo, todas las demás decoraciones eran verdes. Estas decoraciones iban acompañadas de luces del mismo tono, volviendo el lugar un tanto lúgubre, pero seductor.

-Vaya, hasta que te dignas a aparecer- Astoria se levantó del sofá, sentándose en el suelo y dio golpecitos en su anterior asiento, indicándome que era bienvenida a sentarme.

-¿Qué están haciendo?-pregunté sentándome en el sofá.

-Queremos iniciar bien las clases, así que jugaremos verdad o reto, ¿juegas?- asentí ante la pregunta de Enzo y me indicaron que tomara la botella, la cual estaba acostada de forma horizontal en el suelo.

-Hazla girar y en quien pare tendrás que preguntarle- estaba a punto de girar la botella, cuando mi movimiento se vio interrumpido por la presencia de alguien, el cual entraba a la sala común, tras haber azotado la puerta de esta.

-¿Iban a empezar sin mí?-.

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⏰ Última actualización: Feb 23 ⏰

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