No soy tuya

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Por qué tiene un moretón en la cara?!- preguntó molesto

- Lo siento señor es que comenzó a gritar, y Ronald la golpeó para que se callara - Respondió el hombre

-Que ¿hizo que ? - Grito - ese hijo de Puta, me la va a pagar mandadle a llamar ahora mismo - ordenó

- Si señor

- Nadie te volverá a tocar mi conejita- dijo tomando mi mejilla

Le aparté la cara de sus manos quería llorar, gritar cosa que no podía hacer ya que tenia la boca sellada, de pronto escuché pasos bajando las escaleras.

- Me mando a llamar señor - pregunto aquel hombre que si mal no recuerdo se llamaba Ronald

- Lleven lo al matadero - ordenó el sexy hombre

- ¿Que ? - dijo con la voz entrecortada - yo no hice nada señor se lo juro

- Tocaste lo que es mío y lo que es mío nadie lo toca - dijo y si, allí estaba diciendo otra vez que era suya .

- Lleven lo - dijo mientras se dirigía a mi

- Muñeca , nadie más te va a poner un dedo envima de que al menos no sea yo - dijo con serenidad

Soltó mi cinta que tenía en la boca, y aproveché para decir todo el alfabeto, de palabras que tenía que enseñarle

- No soy tuya idiota entiéndelo - grite

- shhh claro que sí mi conejita - dijo

- Joder no soy tu conejita y mucho menos tuya hijo de tu m*****.- Grite furiosa

- Niña ! Esa boca - recriminó - ya vengo iré a hacerle pagar a ese desgraciado por haber habido tocado lo que es mío

-Que no..- no termine de hablar cuando me di de cuenta que ya se había marchado

Me la pasé atada a esta silla hasta que escuché unos pasos provenientes a algún lugar y un hombre llorando , mi mundo cambio cuando ví a Ronald ensangrentado y marcas en su cuerpo, en la cual notaba que había sido azotado.

- Perdón mi Reina - dijo este inclinándose hacia mi

¿Reina? Parecía las películas mafiosas en la cual solo llama reina a la esposa del jefe , Pero caí en realidad ya que , estaba secuestrada por unos hombres que ni siquiera conozco .

- Mate lo - ordenó el sexy

Y se fue así me la pasé sentada en esa silla , hasta que me quedé dormida en medio de la nada .

Secuestrada por el CEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora