¿Y si no estamos hechos cuando las estrellas se desvanezcan?

Capítulo 11

Damián

Los sábados son los días que puedo verla, pero como tenía que salir con Hazel, pase nuestra cita para el domingo, en realidad es mi venganza, por haberme cancelado la otra vez.

Aparco la moto en la casa del frente, hay varios autos en la vereda de la casa y la puerta abierta, música y voces fuertes provienen de dentro, algo familiar en este vecindario. Me quito el casco y camino hacia la casa, al entrar lo primero que veo es que sus padres han limpiado, lustrado el suelo, todo eso para las visitas y los invitados, siempre me pregunté porque la gente hacia eso, supongo que la gente siempre espera la aprobación de otras personas.

Todos van vestidos elegantemente, las mujeres en vestido y los hombres con traje, que asco, mi repulsión a este vecindario es porque son tontos, engreídos y se creen superiores, unos auténticos idiotas, les falta que alguien les recuerde que es la humildad.

No encuentro a mi cita por ningún lado, ni a sus padres, así que decido reposar mi cuerpo cobre un pilar y esperar, en teoría se supone que llegue tarde, pero bueno...en teoría ¿No? Noto que me ven como si no encajara, las mujeres me ven de arriba abajo con desaprobación, voy con pantalones negros y una camisa holgada que reza en la espalda : SCREW YOU IDIOT.

A mi nadie me dice como venir, ni la sociedad.

De repente todos ponen atención hacia al salón, así que hago lo mismo, mi ventaja de ser alto me ayuda a ver desde mi posición. Sus padres bajan con ella en brazos, sonriendo, son la familia perfecta. La madre trabaja desde casa, se dedica a cuidarla y darle la atención que merece, el padre trabaja en una empresa, en un puesto relativamente importante; para ella, él es su heroe, los domingos hacen parrilladas, van al parque, cualquiera de esas cosas, siempre me pareció que eran parte de un anuncio de familia perfecta.

Ellos sonríen, prenden las velas del pastel y le cantan la canción de cumpleaños, ella tiene la sonrisa más hermosa del mundo, tan inocente, tan buena, tan hermosa, el brillo de sus ojos...ese brillo que odiaría que se apague por mi culpa.

Ese, es mi mayor miedo.

Terminan de cantarle y sopla las velas con ilusión, alza la mirada hacia la gente y me ve.

¨¡Damián¡¨

Corre directo hacia mi, la gente le hace espacio y yo me agacho, detengo su corrida y la alzó en mis brazos.

¨¡Pero que grande estás¡...¿Piensas llegar al cielo?¨

¨Siempre dices lo mismo¨ -sonrie-

¨Feliz cumpleaños, Esme¨

¨Pensé que no ibas a venir...¡Te extrañe mucho hermano¡ ¨

Me abraza con sus diminutos brazos el cuello y yo sonrió, no puedo ser más feliz. Le veo con cariño y acomodo su vestidito para que no se le levante, va preciosa.

¨Tengo una hermanita muy guapa¨

¨A de seguro le dices eso a todas tus amigas¨

¨Si, a todas les digo que tengo una hermana guapísima¨

Sus padres me ven como si yo les arruinará el panorama de familia perfecta.

¨Damián ¿Te vas a quedar todo el día? ¿Quieres jugar conmigo a las muñecas?¨

¨Claro que si, jugaremos todo lo que quieras, pero primero debes atender a toda esta gente que ha venido para ti¨

¨Pero yo a esta gente no la conozco, se pueden ir a sus casas¨

Es tan mona.

¨Pero a de seguro tus padres quieren que se queden un rato más, sería grosero despedirlos así nada más, tranquila Esme, tenemos todo el día¨