-Aquí es.-dijo estacionando frente a una gran casa blanca.
Solo me baje cuando el bajo y camine hacia el maletero para sacar mis cosas.
-Toma.-sacó mis dos maletas de un tirón.
-Gracias.-las tome y caminamos hacia la casa, tomo las llaves y abrió la gran puerta.
Cerro y subió. Me quede sola en aquel living. ¡Perfecto!-pensé-ahora no tenía a mi papá y tampoco a una familia.
-Hola pequeña.-dijo una mujer saliendo de la cocina-¿Como te llamas?
-_____.-respondí tensa, la mujer se veía bastante amable.
-Oh, ¿y aquel te ha traído aquí?
-Si con aquel se refiere a Jos Canela, esta en lo cierto.-la mujer me sonrió.
-Soy Ana. Ayudo con la casa.-le devolví la sonrisa que ella me había entregado anteriormente.-¿no te dio habitación?-preguntó sacándose el delantal que traía.
-No, solo subió y me dejo aquí.
-Oh, ya va a ver ese muchacho.-camino hacia las escaleras y subió pisoteando los escalones.
A los dos minutos bajó la mujer con Jos atrás, ella camino hacia la cocina haciéndome una risita y Jos tomo mis maletas.
-Ven.-me ordenó y solo lo seguí.
Caminamos escaleras arriba y abrió una puerta blanca.
-Aquí te quedaras.-dejo mis maletas dentro.
-Bueno.-intente hacerle una sonrisa pero el cerro la puerta dejándome sola.
-Quiero que después bajes a almorzar conmigo.-volvió a darme una orden a través de la puerta de madera.
Me senté en la cama mientras miraba por la ventana.
¿Justo aquí debía caer? ¿Con este imbécil?Me recosté boca abajo y saque mi celular de mi bolsillo.
Mire mi fondo de pantalla durante largos minutos en los que lo único que supe hacer fue llorar por mi padre, quien aparecía en mi pantalla sonriendo junto a mi.-_____-llamo una voz en mi puerta.
-Mierda.-susurre secando mis lágrimas en mi mejilla.
-¿Puedo pasar?-golpeo la puerta.
-Si, adelante.-me senté en la cama.
-¡Oh!-exclamó-todavía no has desempacado.
-Ah es que no tengo muchas ganas.-fingí una sonrisita.
-Bueno pequeña, vamos a almorzar.
-No tengo hambre.-tome una de mis valijas y subiéndola a la cama.-aparte voy a ordenar todo esto en su lugar.
-Pero debes bajar.-estaba preocupada-Jos se enfadara si no bajas, créeme no quieres comenzar con el pie izquierdo ¿o si?
-No, pero el no es de hacer buenos amigos, o eso parece.-abrí mi valija-aparte no tengo hambre, no pueden obligarme a almorzar.
-Un poquito, por favor.
Me sonaba a que si yo no bajaba a almorzar Jos regañaría a la mujer y ella estaba realmente asustada por eso.
-Esta bien.-finalmente accedí.
La mujer se fue cuando yo acepte, me levante y me dirigí al baño, lave mi cara e intente hacer la mejor sonrisa que pude.
-Apúrate.-yo venia bajando las escaleras.
-Ya cálmate.-respondí de mala gana. Este tipo nació para ser malvado.