♧︎︎︎ Capitulo 3 ☘︎

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Ella era Lalisa Monobal, príncesa de Verne, hija del rey y legitimo primogénita, esposa del líder de la tribu más grande y peligrosa de toda una región

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Ella era Lalisa Monobal, príncesa de Verne, hija del rey y legitimo primogénita, esposa del líder de la tribu más grande y peligrosa de toda una región. No tenía porque rebajarse al nivel de una simple omega corriente, pero lo hizo.

Lo hizo cuando mostró cuán grande era ante esa pelirroja. Lalisa sabia que había hecho mal en contraatacar, pero ¿Quien se creía élla para verio de esa manera? ¿Con qué derecho? Lalisa era recelosa de lo suyo, posesiva con todo lo que consideraba querer.

No le gustaba compartir, amaba la envidia sobre ella, desde pequeña se crió de esa manera. Amaba ser la más bonita de todos los niños en su palacio, amaba los elogios hacia su cuerpo y rostro, claro que no lo confesaba, porque los ojos de cualquiera siempre estaban en élla. No tenía que pedir o aclamar atención, eso era algo con lo que ya había nacido.

Despertó apenas su conciencia llegó a élla, sentándose rápido sobre las suaves sábanas y pieles debajo y encima de élla, percatándose de la ausencia de su esposo, sintiendo su pecho picar.

Estaba molesta.

Casi automáticamente tocó su cuello y la decepción llegó a su ser. No había marca, su esposo y quien se suponía era su alfa no la había marcado. ¿Por qué? La luz entraba por las aberturas de su tienda. Iluminando el lugar.

Estaba sola y por el momento prefería eso, pero como al parecer la paz no es algo que le perdure, las sirvientes que la atendieron el día anterior, entraron a su tienda.

---Buenos días Yhar-saludaron las sirvientas, acercándose a élla.

Lalisa gruñó, Sorprediendose ella misma ante su acción. Élla no solía gruñir, de hecho eso era algo vulgar sabiendo que élla es una príncesa.

---Perdón - se disculpó casi inmediatamente, cubriendo su boca con las palmas de sus manos.

---No es nada Yhar, es normal. Está en su nido -dijo la sirvienta rubia, sonriendo con comprensión. La ojiazul se compuso inmediatamente. Sabía de los nidos y sus significados, lo habia leido. Aunque no sabía si realmente tenía uno, ¿lo tenía?

---Oh -estaba un poco sonrojada. Se aclaró la garganta. -¿Dónde está mi esposo?-preguntó

-El Yher suele salir temprano a sus deberes. Hoy partieron a Verne, llegarán al anochecer.

¿Verne? ¿Su reino?

Oh, no... ¿Acaso el pacto no se había cerrado ya? ¿lba a devolverla? ¿No le gusto? Su padre iba a matarla...

---Traigan mis ropas-ordenó. Las sirvientas obedecieron inmediatamente.

---¿No tienen un espejo? -preguntó molesta. Necesitaba saber cómo se vela y al parecer en toda la maldita tribu no había un solo espejo.

---No, mi Yhar. - Lalisa estaba frustrada, nada salía como élla quería. Primero su esposo prácticamente la había abandonado después de desvirgarla sin descaro y ahora no sabía cómo era que las horribles prendas salvajes le sentaban en su cuerpo.

𝐅𝐈𝐄𝐑𝐂𝐄 ˡⁱᶻᵏᵒᵒᵏ (Adaptacion)+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora