"El amor es solo una cruel ilusión"
Aquella fue la lección que aprendió Draco Malfoy, príncipe de Slytherin, en ese peculiar día en donde su vida cambiaría por completo.
Porque el amar de tan devota y ciega forma, se convertiría en su perdición
Y e...
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¡Culpable!
Así lo declaró aquel dios que lo juzgó ante la corte compuesta por los reyes y nobles influyentes de cada reino quienes, a excepción de sus padres, amigos y miembros pertenecientes a su nación, a gritos exigían que la muerte fuera la forma de hacerle pagar por sus pecados.
¿Se arrepentía de lo que hizo?
Era lo que más de uno de los presentes se cuestionaba y más al verlo con un tranquilo semblante que no demostraba temor alguno ante su incierto destino, sorprendiendo por ello a más de uno cuando, sin dudarlo, él mismo aceptó el haber cometido aquel infame delito del que se lo acusaba.
Aunque, en realidad...
....si poseía sus arrepentimientos
Si tan solo hubiese escuchado las múltiples advertencias de sus amados padres en las que le repitieron más de una vez que no se juntara con el heredero de Gryffindor al darles este un mal presentimiento y no ser de su agrado, en esos instantes no estaría apreciando las cristalinas lágrimas brotar con desesperación de las perlas opacas y grises pertenecientes a su madre ni sus oídos escucharían por primera vez en su corta vida a su padre suplicando con desesperación para que su castigo no fuese el acabar entre los brazos de la muerte, siendo esa la única ocasión en la que la máscara de frialdad y seriedad que llevaba este frente a casi todos, se desvaneció por completo para demostrar la preocupación, impotencia y dolor ante la posible cercana pérdida de su único heredero.
Haría lo que sea con tal de evitarles el sufrimiento y dolor que sus padres estaban experimentando..
Al igual que las humillaciones a las que tanto ellos como su reino entero sufrían por parte de las naciones de Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff quienes, tal y como sucedió hace varios años atrás con otra situación, se valieron de su acto para tachar a todos los ciudadanos provenientes de Slytherin como escorias, siendo repudiados y acabando por ser aislados por estos.
Pero..
Su mayor arrepentimiento estaba centrado en otro aspecto...
En haber abierto su corazón a la persona incorrecta..
Porque su mayor pecado no fue el acabar con la vida de Harry Potter, si no el dejarse cegar por el amor que empezó a brotar en su ser desde la primera vez que sus caminos se cruzaron, creyendo entonces que había conocido a la persona indicada por la que, cual joven enamorado, estuvo dispuesto a darlo todo, yéndose en contra de hasta su propio reino y sus obligaciones como heredero al trono con tal de mantener aquel bello y perfecto cuento de hadas en el que el castaño lo hizo vivir durante años.
¡Ingenuo!
Eso era lo que había sido todo ese tiempo ya que, de no estar dominado por su apasionado corazón, tal vez se hubiese percatado con facilidad de cada incongruencia escondida entre las acciones y palabras de Potter, consiguiendo así el tener un mejor futuro que el que ahora lo deparaba.
Lástima que fuese tarde para cambiarlo..
Sin embargo, tal vez el manto de la muerte tardaría en de cubrirlo más de lo esperado...
Mas otras se convertirían en las cadenas que le impedirían retomar la vida que alguna vez llegó a conocer.
No obstante, las cadenas más fuertes serían las que ahora envolvían a su corazón, impidiéndole encontrar su verdadero amor.
He aquí su historia
La de como se convirtió...
En el caballero del mar
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Hasta aquí el capítulo de hoy queridos lector@s. Espero que les vaya gustando la historia!
Se suponía que esta trama la iba a publicar antes pero entre la tesis, exámenes y porque me enfermé, me faltó tiempo.
Aclaro de antemano que, dado a que estoy por acabar la universidad, al menos por este mes y el siguiente, las actualizaciones serán lentas.
