Capitulo 45

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|| Marcos ||


Bien está bien- menciona fumando y lanzando el aire del cigarrillo rueda los ojos con fastidio- estoy en eso, no hare nada estúpido ya te lo he dicho una y otra vez no cometeré errores.

Entra un hombre con unos papeles - y si, si tengo mucho trabajo si me disculpas tengo que dejarte- menciona con indiferencia.

SI, si adiós- cuelga después de otras dos palabras- imbécil solo te soporto porque te la debo- menciona aplastando el cigarrillo en el cenicero.



| Thalía ||

Me desperté con un dolor de cabeza y un malestar en los ojos por la luz que me daba directamente en ellos.

Un momento ¿Luz en mis ojos? Cómo que luz si la habitación no tenía ventana donde me diera una luz directamente solo seria las de él bombilla.

Abrir por fin los ojos y me encontré con la luz directa que entraba por una ventana que daba vista lejana a una cuidad bastante concurrida.

¿Dónde estaba? Esta habitación era mejor de donde estaba antes, aún tenía la ropa tal vez se habían cambiado de lugar.

Sali al balcón, se veía una gran colina había hombres armados hasta los dientes y perros que eran llevado de un lugar a otro, también cámaras y rejas que rodeaban el bosque y por una extraña sensación pensó en que había talvez minas o trampas en ese bosque que se veía a los lejos este lugar estaba bien asegurado era para que nadie entrara o saliera si fueran un preso.

Sintió escalofrió ¿Quién era el que la tenía aquí? Seria otro psicópata o se habían cambiado de ubicación ¿Sera que Thomas también está aquí? - piensa revisando la habitación, el baño es grande es más grande que su antiguo cuarto, aunque ese tenía su tamaño este se lo duplicaba.


Veo que ya despertaste - menciona una voz en una esquina de la habitación.

¿Marcos? - casi grito al verlo mírame con una mirada que me helo la sangre y todo mi cuerpo se quedó petrificado en esa posición.

Veo que ya has conocido tu nueva habitación

¿Qué hago aquí? - pregunta temerosa.

Estás bajo mi protección ahora-menciona levantándose del sofá.

¿Tu protección? No la quiero. solo me quiero ir de aquí - responde con un poco de pánico.

No puedes irte de aquí, sabes cada hora que pasé encerrado pensé en ti- se acerca hasta quedar cara a cara con ella- creo que por un tiempo enloquecí porque solo te veía a ti en todos lados y te así cosas que.... ¿Pero? Lo que te hacia no era algo bueno de decir.

¡Ya! ¿Marcos que quieres? - se aleja colocándose en otra esquina de la habitación.

Te quiero hacer muchas cosas, pero por ahora solo quiero que te duches y te cambies una de mis empleadas te guiara para que comas algo y después te llevara a mi oficina porque tú y yo vamos a hablar - menciona.

No, pudo decir nada porque este salió después de terminar de hablar, estaba bastante preocupada por la situación.

Después de lo que paso, sabía muy bien que Marcos tenía problemas mentales y sobre todo que podía ser inestablemente peligroso en cualquier momento. 


Conoció a una mujer esta era más amable la guio al comedor no quería comer, pero no tenia de otras estaba todo tipos de platos y su estómago gruñía y pedía comida y ella no se la iba a negar comió con lentitud, aunque se muriera con comer a una gran velocidad no quería hablar con Marcos, pero estaba en sus dominios y no podía negarse ni mucho menos escapar.

Después de comer, fue conducida por un pasillo hacia la oficina de Marco estar aquí le hacía pensar que no sabía que estaba empezando a pasar el atentado contra Cristian, su secuestro y que sabe cuántas cosas más has pasado desde que se la llevaron.

Un Amor Talla GrandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora