𝗠𝗢𝗢𝗡𝗟𝗜𝗚𝗛𝗧 |
𝐂𝐋𝐄𝐎 definía su vida como una leyenda mal escrita.
Aparentaban ser la familia perfecta, pero Cleo sabía que no era así, solo era una fachada, que ella misma destruyó cuando vino al mundo, lo cual la hace sentir culpable. S...
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Intento con todas sus fuerzas recordar el nombre del chico con el que se estaba besando justo ahora. Les daré un corto contexto: Cleo se estaba besando con u desconocido porque le dio la gana, bueno, de hecho no, tenía un ligue casual. Pero entonces, sintió como la tomaban del brazo y la alejaban.
—¡Oye! —Exclama Cleo algo molesta. El chico con el que se estaba besando se alejó asustado. Bufo al ver a Alex y Xavier de brazos cruzados. —Oh fantástico, no tengo uno sino dos judas frente a mí.
Alex suspiró ante la mirada de Cleo, la cual estaba llena de odio, se retiró dándole una pequeña sonrisa de despedida a Xavier.
—Explícame por qué has hecho eso. —Se cruzó de brazos la chica.
—Ay perdona. ¿Debí dejar que te succionaran el alma y te tocaran el culo? —Pregunta sarcásticamente Xavier acercándose peligrosamente a Cleo.
—Oh vamos, Xavier. Mi noche ya es lo suficientemente aburrida. No me jodas. —Exclama la chica algo enfadada. —Hasta parece que estás molesto.
—Lo estoy. —Admite el chico acortando poco a poco la distancia entre Cleo y él.
—Xavier, ¿estás drogado? —Pregunta sin separar su mirada de los ojos de Xavier.
—Tal vez.
Antes de que Cleo dijera algo y Xavier hiciera algo, vieron a Merlina correr al bosque.
—¿Esa era...? —Pregunta algo desorientada.
—Sí. —Respondió Xavier.
—Deberíamos ir, ¿No? —Pregunta nerviosa al tener a Xavier tan cerca.
—No lo creo. —Murmura Xavier poniendo sus manos a cada lado de la cabeza de Cleo, acorralándola una vez que ella chocó contra un árbol. Su loba interior estaba inquieta y aullaba sin parar. —¿Si te beso justo ahora, qué harías?
—Depende, ¿lo harías o solo estás jugando? —Respondió con otra pregunta.
—Lo haría. ¿Y ahora?
—Yo igual.
Cleo saltó enredando sus piernas en la cintura de Xavier, besándolo ferozmente, olvidándose completamente de que tenía que respirar. Las manos de Xavier agarraban sus muslos atrevidamente, y podía sentir como se iban metiendo debajo de short poco a poco y gimió.
Eso fue luz verde para el chico.
Entonces despertó.
Sentía su pantalón de pijama apretadísimo y por su pecho escurría sudor e incluso la manta le estorbaba. Y pudo ver su amigo bien despierto. Jadeo, este era su tercer sueño con Cleo. Cuando levanto las sabanas pudo ver a la serpiente de su amiga aparecer y grito.
