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Deberías tomar una ducha. Pavel mientras entra en la oscura casa, siendo seguido por el menor que observaba todo lentamente.

um... eso estaría bien. ¿Dónde está el baño?

Pavel caminó hasta estar frente al interruptor de la luz y prender esta, dejando ver una sala de estar realmente cálida. La estructura de la casa estaba totalmente hecha de madera y lucia ligeramente antigua. Frente a la puerta de entrada, a unos cuantos metros de distancia, estaba la gran escalera que daba al segundo piso.

Está en el segundo piso a la derecha, ten una ducha caliente y luego ven a comer. Te llevaré ropa para que te cambies. Pavel le sonrió mientras caminaba hacia la cocina, que estaba no muy lejos de las escaleras principales.

Pooh asintió. Subió las escaleras lentamente, observando las cálidas paredes de la casa que lucía más como una cabaña extremadamente gigante. Cuando estuvo en el segundo piso, caminó en la dirección que Pavel le había dicho, entrando en un gran y hermoso baño con tina y un espejo excesivamente grande.

Se acercó a la tina y abrió la llave, regulando la temperatura hasta estar satisfecho y desvistiéndose mientras se llenaba. Cuando la tina estuvo llena, entró lentamente en ella y luego se sentó completamente.

Por un segundo se quedó estático, mirando la hermosa pared, pensando detenidamente qué hacer ahora que estaba en la casa de Pavel, genuinamente no sabía cómo terminó ahí. Sailub probablemente estaría ocupado hablando con Pon, así que era imposible que se encontraran. Pon tampoco sabía sobre su encuentro con los policías, así que no debía explicar nada.

Pooh supuso que simplemente no quería pasar la noche solo, de nuevo.

Su pensamiento se vio detenido por Pavel, que abrió la puerta del baño con una muda de ropa.

Medimos lo mismo, así que creo que esto te quedará bien. Pavel sonrió mientras se sentaba sobre la tapa del retrete.

Pavel se quedó mirando al menor durante unos segundos, estiró su mano acariciando la cabeza de Pooh.

¿Alguna vez te han dicho lo lindo que eres?

Soy prostituto, lo escucho a diario.pooh responde casi a la defensiva.

No lo digo de esa manera, dulzura.el mayor suspira y aparta su mano. Sonríe suavemente y se levanta dejando la ropa donde antes estaba sentado.

Pooh siguió al mayor con la mirada, observando cómo Pavel arreglaba su cabello frente al espejo gigante.

Cuando estés listo, baja a comer conmigo.

Pavel se giró hacia pooh de nuevo, luciendo extrañamente alegre. El menor arrugó su ceño sin entender hasta que Pavel salió.

Luego de un largo rato, cuando por fin estuvo satisfecho, salió de la tina y se puso la ropa que le había pasado Pavel. La realidad parecía ser un poco más grande que él, pero no demasiado. Cuando estaba listo bajo las escaleras, sintiendo un agradable olor a carne.

No sé qué te gusta comer, así que hice carne y verduras. Espero que eso sea suficientePavel sonrió mientras se sienta justo al frente del lugar de Pooh.

Cuando el menor ya estuvo en la mesa, agradeció y comenzaron a comer en silencio. Pooh quería preguntar sobre la gran casa, pero no se sentía tan confiado.

—¿Qué pasa? ¿Te gusta? murmura el mayor al notar los ojos curiosos del contrario.

Pooh asintió. —¿Vives aquí tú solo?

SuayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora