Capítulo 22

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Christopher

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Christopher



Me tenso mientras la loca me sigue apuntado con el arma.

- ¿Me vas a disparar? - le suelto

La veo meditarlo y luego se encoge de hombros.

- Pruebame. - pronuncia mientras afirma el arma

Vuelvo mi vista al celular que no a parado de sonar, el nombre del Boss reluce en la pantalla algo que ella no deja pasar.

Debo pensar bien mis movimientos, no puedo entregársela a Ilenko en bandeja de plata. La va a mandar al culo del mundo.


Y no puedo permitirlo.

Observó sus ojos dorados que me  atormentan desde el dia que tuvo los cojones de dispararme en la pierna, algo en ella me atrae, algo hace que quiere tenerla cerca y aún no se que es.

Tampoco dejemos pasar el hecho que me la quiero follar, tiene un jodido cuerpo espectacular, Ella lo sabe y lo quiere tanto como yo

Lo sé.

Me observa con cautela, esperando algún movimiento pero hago un lado las ganas de decirle que se vaya a la mierda y le entiendo el celular.

Sonríe dejando ver sus hoyuelos - Buen chico. - suelta con una risita mientras toma el celular


- ¿Crees que soy un jodido Perro? - gruño mientras la observo enojado

Ella ríe mientras sigue conduciendo hasta quien sabe dónde.

Me observa por el retrovisor - Solo te falta ladrar. - ríe a carcajadas por su estúpido chiste

Ruedo los ojos ignoradola.

- Las drogas te hacen insoportable. - le suelto

Me ignora y pasan algunos minutos y la veo detenerse en un motel.

Apaga el motor observando la pared que tenemos enfrente sin pestañear, frunce los labios sin decir nada.

Suelta un suspiro y toma mi celular, la veo dudar pero luego marca algún número y se lo lleva a la oreja.

Frunzo el ceño sin entender a esta maldita mujer.

Huye del hermano pero... ¿Ahora lo llama?

- Sal. - ordena con voz sería y cuelga

Se voltea hasta mí y me sonríe.

Sí, definitivamente esta loca.

- Bien. - la veo tomar las llaves del auto - Quedate aquí, bonito. Vuelvo en un santiamén.

- ¿Crees que soy un crió? - empiezo

La veo rodar los ojos y antes de que pueda
seguir con mi reclamo sale rápidamente de la camioneta, no sin antes cerrarle todos los seguros.

Maldita.

¿Quien carajos se cree?

La observo caminar unos pasos y detenerse a esperar.

Observa a todos lados alerta, de la nada veo una sombra acercarse a ella y me tenso.

La sombra camina unos pasos más dejando ver su rostro.

No me sorprende al verlo ahí, le entrega un bolso el cual ella recibe asintiendo.

Los observo hablar de quizás que maldita cosa, de por lo que paso de ella se puede esperar cualquier maldita cosa, la veo fruncir los labios mientras asiente sería.

Él pronuncia algo que la hace soltar toda la tensión que estaba acumulando, baja la guardia.

Él se acerca a ella más de lo que me gustaría decir, la mira por más tiempo del debido y la molestia en mi pecho no la dejo pasar.

Los ojos de Alí Mahala no se despegan de ella mientras sigue hablando y yo siento que mi saliva se vuelve ácido.

Ella asiente y su comportamiento cambia cuando el le tiende una pequeña bolsa, le da una sonrisa y le pronuncia un: "Gracias"

No soy estúpido, se que son drogas.

Su abstinencia la esta matando y lo puedo notar a kilómetros.

Ella le da un pequeño abrazo haciendo que el sicario de Antoni se tense y a mí me de dolor de cabeza.

Ella se separa rápidamente y se viene de regreso a la camioneta.

Alí le observa el trasero sin ningún tipo de pudor y siento que mi sien quiere reventar.

Solo le faltan dos pasos parar llegar a la camioneta pero se detiene y observa a la camioneta fijamente, como si pudiera verme a través del papel ahumado.

Saca la bolsita que le dio Alí de narcotráficos, me muevo tratando de salir para detenerla pero es imposible.

Toma dos pastillas y las mete en su boca tragandolas instantáneamente.

La ira me corre por las venas.

Ella sonrie y entra a la camioneta como si nada.

- ¿Ahora haces tratos con Alí? - le cuestiono enojado

La veo rodar los ojos y dejar el bolso en el asiento de copiloto, niego enojado y me muevo rápidamente.

Me cruzó la separación de los asientos para sentarme en el asiento de copiloto.

Tomó el bolso y lo dejó en mis piernas.

- No lo abras. - murmura enojada

Enciende la camioneta y se dirige a otro sitio.

Me pasó su orden por el culo y abro el bolso, encuentro algunas fotografías de la tortura de su sobrino, un USB, armas, dinero y drogas.

- ¿Para que es todo esto? - cuestión sacado las bolsa atestadas de narcóticos

Sed de Venganza | Christopher Morgan [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora