Yuki lleva una vida tranquila, admirando a su amor de la infancia. No pasará de eso después de todo, Pierre está demasiado ocupado con su carrera y jugando básquetbol como para prestarle atención.
¿Nada cambiaría, verdad?
No es como si su profesor l...
La primera tutoría fue en verdad tranquila y provechosa, ambos llegaron temprano, Yuki explico el tema, Pierre lo entendió, al final ambos pidieron un café para continuar charlando.
-¿Entonces estudias algo de matemáticas?.-Pregunto Pierre.
-En realidad no, estudio turismo.
-¿Tu familia se dedica a eso?.- Volvió a preguntar Pierre.
-Sip.
-Bueno en realidad tienes toda la pinta de alguien que estudia turismo.- Sonrió Pierre.- Todo amable, demasiado lindo, supongo que eres tan perfecto en eso como lo eres con las matemáticas.
-Ah gra-gracias.- Y otra vez era Pierre haciendole sonrojar.- Tu eres demasiado bueno en básquet, algunas veces te he visto jugar.
-Oh, eso es bueno, en el siguiente juego te daré una camiseta, espero verte apoyándome, es bueno tener un amigo en las gradas, solo me faltaría una novia y tengo el combo completo.
Eso hizo que el ánimo de Yuki disminuyera un poco, pero el lo sabía, Pierre es heterosexual, un mujeriego heterosexual, no es como que le deba sorprender, pero no evito que doliera.
Continuaron hablando por al menos dos horas más, haciendo que Yuki olvidara en ese momento el comentario.
Tan inmersos estaban en la conversación que no se dieron cuenta cuando sus amigos fueron llegando también a esa aula vacía.
Ellos no se dieron cuenta, pero el que definitivamente se dió cuenta fue Carlos que estaba pasando por ese lugar y al escuchar ruido abrió la puerta encontrando una escena pintoresca.
Por un lado Pierre y Yuki estaban con sus manos bailando una alrededor de la otra, inmersos en una conversación que parecía ser muy interesante ya que ambos no despegaban la vista del contrario.
Y tan inmersos estaban que no se dieron cuenta de un Liam y un Mick peleándose sin ningún motivo aparente.
Por otro lado estaba un Oscar abriendo varios regalos, que el mismo Carlos vio como Pato se esforzaba en forrarlos para que quedarán de manera decente.
Y donde se arrepintió de ver fue a una esquina del lugar donde estaba su hijo Ollie con Kimi en su regazo compartiendo un beso muy apasionado.
Suspiro mientras cerraba la puerta, hizo una nota mental de hablar de la sexualidad responsable en las siguientes clases y fue a la oficina de su esposo a.... a regar las plantas.
